Ante los nuevos hábitos de consumo de los millennials, en cuanto a bebidas alcohólicas se refiere, marcas cerveceras en Estados Unidos se han visto afectadas.
El grupo cervecero Anheuser-Busch InBev (AB InBev), es una de las compañías que más ha resentido dichos cambios en esta generación de consumidores, quienes ahora se inclinan más por vinos y espirituosos, tales como ron, whisky, vodka, licores, entre otros.
Durante el segundo trimestre de este año, la multinacional con sede en Lovania, Bélgica reportó una caída de 3.1 por ciento en sus ingresos, luego de que sus dos principales cervezas Budweiser y Bud Light perdieron cuota de mercado en Estados Unidos, la cual fue de aproximadamente un 10 por ciento.
Pero esta tendencia a preferir vinos o espirituosos no es propia de los millennials. De acuerdo con un informe de Berenberg Research se reveló que los consumidores de la generación Z también muestran conductas que los dirige más hacia dichas bebidas, más que por la cerveza.
Para contrarrestar esta situación y tornarse más relevantes en el mercado estadounidense, AB InBev se ha dado a la tarea de lanzar nuevos sabores en sus cervezas ligeras y premium como Michelob Ultra Pure Gold, Bud Light Orange y Budweiser Reserve, mismas que han tenido una buena respuesta dentro del sector millennial.
Vinos vs Cervezas
Según cifras de OIV, en 2017 el consumo global de vinos fue de 243 millones de hectolitros. En el caso de la cerveza, Statista señala que en 2016 China fue el principal país consumidor de esta bebida, con 45.7 millones de hectolitros.
Por su parte, Millward Brown y Kantar Worldpanel colocan a Budweiser y Bud Light como las marcas de cerveza más valiosas del mundo, con un valor de 15,093 y 11,945 millones de dólares, respectivamente.
Le siguen Heineken con 10,878 millones de dólares, y Stella Artois con 9,949 millones.