Las elecciones de 2018 han estado caracterizadas por una fuerte violencia electoral. También existió una polarización muy grande entre las personas que deseaban votar en contra del actual sistema y quienes quienes querían mantenerse en él. ¿Cuál ha sido la consecuencia lógica de esto? Una muy fuerte división de la sociedad mexicana. Luego de los comicios y una vez que el Instituto Nacional Electoral de a conocer candidato seleccionado para ser el presidente del país por los próximos seis años, ¿qué es lo que pasará con México este próximo 2 de julio?
En conferencia en el Event Industry Show 2018, Roy Campos, presidente de Mitofsky Group, comentó que uno de los grandes retos por los que tendrá que pasar la sociedad después de las elecciones será tener que superar las asperezas generadas durante el periodo de las intercampañas y las campañas, tanto por una cuestión de civilidad como por seguir trabajando juntos.
Independientemente de quien resulte ser el nuevo presidente de México y del modo en que quede distribuido tanto la cámara de los diputados como la de los senadores, lo cierto es que el siguiente titular del ejecutivo federal, quien tomará posesión el próximo primero de diciembre, tendrá una serie de retos importantes en puerta.
Uno de los retos más importantes en los que tendrá que trabajar el próximo presidente durante su periodo será en combatir la inseguridad. La delincuencia, el crimen y la violencia no sólo han afectado a la sociedad civil, sino que también han hecho que más de una empresa decida cerrar fábricas productoras en algunos estados de la república.
Ante la falta de claridad sobre el futuro del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el valor del dólar que se encuentra en la barrera de 20 pesos, la caída en los precios del petróleo y una importante acumulación de deuda, quien sea electo como presidente tendrá la responsabilidad de trabajar en políticas económicas robustas y sólidas, no sólo para que mejore el poder adquisitivo de las personas, sino para que también se incremente su bienestar y que, en consecuencia, esto fomente el consumo, cuestión que beneficia a las empresas.
En cualquier caso, si bien es cierto que mucha responsabilidad para sacar adelante y hacer crecer a este país recae en el próximo presidente y los legisladores que estén trabajando con él, como sociedad también tenemos un reto importante para velar por el futuro de una nación mejor.