A todos nos gusta ver películas, vídeos, cortometrajes y, también, uno que otro comercial. Pues bien, todo ello se aglutina en la industria audiovisual y México, busca posicionarse en este mercado que crece a medida que se incrementan los canales de difusión como son las salas de cine, las plataformas como Netflix, Amazon Studios, Youtube, y por supuesto las casas productoras.
Pero además de llevar entretenimiento a las familias, esta industria tamibén tiene una participación importante en la economía, pues a la par que la industria genera empleos directos, también genera muchos indirectos, entre los cuales se incluyen productores, técnicos, fotógrafos, editores, confeccionadores de vestuario y animadores, entre otros.
Y es que de acuerdo con el estudio “El impacto económico de las industrias audiovisuales”, realizado por Netflix y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en promedio, por cada 200 millones de pesos que se invierten para realizar un largometraje, se generan 127 millones de pesos adicionales de forma directa en la cadena de suministro.
Tan solo Netflix es una de las plataformas que más produce contenido a lo largo del año, aproximadamente más de 50 películas al año.
Y en esta industria, parte importante son las locaciones y nuestro país es preferido por muchos cineastas internacionales. Es así que James Cameron filmó Titanic en las playas de Rosarito, Baja California, o también Martin Campbell usó paisajes naturales y haciendas de Sonora, Hidalgo, Tlaxcala y Estado de México para La máscara del Zorro (1998), con Antonio Banderas, y no olvidemos a James Bond, que ilustró nuestra fiestas el Día de Muertos en el Centro Histórico.
Pero para seguir creciendo hacen falta también que crezcan los estudios de filmación a lo largo y ancho del país y los apoyos que se le den a esta industria. Y en ello hay que voltear a ver a Jalisco pue ha hecho un gran esfuerzo al mantener su programa de Cash Rebate, esto es, devolverle a la casa productora el 40% en gastos directamente vinculados a la producción y hasta el 20% en gastos indirectamente afines a la producción (hospedajes y traslados gastados en el estado), lo que resulta muy atractivo ya que es una inicitiva única en su tipo.
Además cuenta con empresas que le apuestan para atraer a las grandes productoras tanto nacionales como extranjeras, como es el caso de Tequila Film, que acaba de invertir 7 mmd en la construcción de estudios de filmación de cuatro mil metros cuadrados, con tres mil distribuidos en tres foros techados, que se suman al Foro 1 que alcanza los 700 m2. Un complejo que cuenta con una casa de tres fachadas, alberca y amplias zonas verdes, con la facilidad de no tener que realizar largos trayectos de traslado de equipo, lo cual se refleja en la economía de las producciones.
La historia de Jalisco como referencia fílmica no es nueva, basta saber que durante el Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG) se generaron ingresos totales por 61,690 millones de pesos durante 2021, de los cuales 14,769 fueron provistos por las películas y se espera un incremento de entre 6% y 7% en su ingresos hasta 2025.
De igual manera la CDMX sigue siendo confiable para las produccines fílmicas por una política pública y un marco regulatorio claro.
De esta forma hay que seguir impulsando esto sector para que México se posicione como referencia mundial, por sus paisajes, su historia, sus locaciones, su gastronomía y por supuesto, por el profesionalismo de los participantes del séptimo arte, para continuar atrayendo producciones internacionales y desarrollar la infraestructura local.
