José jamás pensó que el trabajo se podía convertir en una pesadilla. El “bullying” o acoso pensaba que era cosa de niños, que sucedía en las escuelas, tal vez porque sólo de eso se habla en los medios. Sin embargo, José se siente excluido de las reuniones de trabajo, no le dan la información para hacer su trabajo de manera efectiva, le roban sus ideas, hablan mal de él, lo menosprecian, le acusan y le regañan en público, le envían correos electrónicos inflamatorios culpándolo de los problemas y su jefe lo supervisa de manera minuciosa tratándolo como una persona sin experiencia y en quien no se puede confiar.
José no está solo, hay muchos “Josés” que viven día a día situaciones como ésta. El acoso laboral pone en juego el sustento económico de la persona que lo sufre y por ende el de su familia. El bullying laboral sucede no sólo de jefe a subordinado, sino entre colegas sin importar si hay jerarquía o no.
¿Pero realmente qué es el bullying laboral?
De acuerdo al Instituto de Acoso Laboral (sí, hay un instituto enfocado sólo al acoso laboral con más de 20 años de existencia) el acoso laboral es el maltrato repetido de una o más personas por parte del uno o más perpetradores. Es una conducta de maltrato porque amenaza, humilla, intimida, interfiere en el trabajo, y porque hay abuso verbal (ni qué decir si escala a abuso físico). El acoso laboral puede ser por parte de una persona o varias que se unen haciendo equipo contra otra persona. Desde un punto de vista económico, José se volverá poco productivo cuando el acoso le llegue a afectar.
¿Cuál es el impacto en la salud?
José no pudo anticipar las señales de alerta, pero ahora se siente con mucho estrés cada vez que va a trabajar. Investigaciones han documentado consecuencias en su salud física y mental como por ejemplo la falta de sueño, problemas digestivos (gastritis, úlceras, nausea), dolores de cabeza, ansiedad, ataques de pánico, depresión, adicciones, y hasta desorden de estrés postraumático.
¿Quiénes son los blancos perfectos?
La pregunta del millón. No sólo son los que son percibidos como débiles o vulnerables. También los “alpha” y que son bien aceptados socialmente son blancos. Algunos son acosados laboralmente porque les tienen celos. Se han convertido en una amenaza para otros, ya sea porque son muy cercanos al jefe, tienen más experiencia, consiguieron una promoción deseada, o bien son más carismáticos o agraciados físicamente (esta última razón se da más entre mujeres).
El consejo
- Ignora y no reacciones emotivamente. El agresor espera y se alimenta de la reacción del acosado.
- Documenta. Toma nota de tus interacciones, incluyendo hora, fechas, y testigos.
- Conoce las políticas de tu organización y sus consecuencias.
- Obtén ayuda profesional cuando notes síntomas en tu salud física y mental.
- Sé asertivo en tus interacciones cuando confrontes al perpetrador.
- Plantea tus opciones si tu organización no toma acción.
Si eres testigo de un “José” en tu trabajo, brinda tu ayuda. Ignorar una situación así es ser partícipe del acoso laboral y destruye el ambiente sano que debe existir en el trabajo.
Gabriela Romo es psicóloga y trabaja de manera independiente en el área de Washington, DC. gaby@gabrielaromo.com @romocounseling