McDonald’s y Starbucks dijeron el martes que cerrarían temporalmente ubicaciones en Rusia a medida que un número creciente de empresas toman medidas para dejar de invertir en la nación tras la invasión de Ucrania.
Más temprano ese día, el propietario de KFC, Yum! Brands, dijo que detendría el desarrollo y redirigiría las ganancias del país hacia los esfuerzos humanitarios mientras evalúa sus opciones en el país. Al final del día, también dijo que cerraría las ubicaciones de KFC operadas por la compañía ahí y que suspendería las operaciones de Pizza Hut también.
Por su parte, Starbucks también informó que cerraría temporalmente sus cafeterías en Rusia. Los movimientos de las compañías de restaurantes más grandes del mundo se produjeron en medio de un día extraordinario en el que numerosas cadenas estadounidenses y otras empresas, como Coca-Cola, prometieron detener el desarrollo, cerrar tiendas o dejar de operar, mientras que otras ofrecieron donaciones a agencias de ayuda.
Los movimientos se produjeron en medio de una presión considerable sobre las cadenas restauranteras para que tomaran medidas para desinvertir en Rusia. Gran parte de esa presión estaba dirigida a McDonald’s, la cadena de restaurantes más grande del mundo que opera 847 ubicaciones en el país.
“El conflicto en Ucrania y la crisis humanitaria en Europa han causado un sufrimiento indescriptible a personas inocentes”, dijo el CEO de McDonald’s, Chris Kempczinski, en un mensaje a los empleados y franquiciados el martes. “Como sistema, nos unimos al mundo para condenar la agresión y la violencia y orar por la paz”.
Kempczinski sostuvo que la compañía continuaría pagando los salarios de los 62.000 empleados de la empresa en Rusia. “La situación es extraordinariamente desafiante para una marca global como la nuestra, y hay muchas consideraciones”, dijo. “En Rusia, empleamos a 62 mil personas que han puesto su corazón y alma en nuestra marca McDonald’s para servir a sus comunidades”.
No mucho después de que McDonald’s hiciera su declaración, Starbucks dijo que su licenciatario en Rusia detendría las operaciones de la tienda y continuaría pagando a casi dos mil empleados. El gigante del café tiene 130 locales en el país. “Seguimos viendo cómo se desarrollan los trágicos eventos y, hoy, hemos decidido suspender todas las actividades comerciales en Rusia, incluido el envío de todos los productos de Starbucks”, informó el CEO de Starbucks Kevin Johnson en una carta a los empleados.
Restaurant Brands International (RBI) se comprometió a donar tres millones de dólares para apoyar a los refugiados ucranianos, incluido un millón a la agencia de refugiados de las Naciones Unidas. Los operadores de Burger King también prometieron dos millones en cupones de comida para los refugiados que llegan a sus países. RBI es propietaria de Burger King, una de las marcas occidentales más grandes del país con más de 800 ubicaciones, todas propiedad de franquicias.
El problema destaca algunas de las complejidades que enfrentan las cadenas de restaurantes cuando tratan con Rusia. Con unos 144 millones de habitantes, Rusia ha sido una importante fuente de crecimiento para la industria estadounidense de fast food que intenta dar a conocer su presencia en todo el mundo. McDonald’s y KFC en particular han tenido éxito ahí. KFC opera más de mil ubicaciones en el país. Rusia y otras naciones de Europa Central y del Este representan el 8 por ciento de las ventas del sistema KFC.
Sin embargo, la invasión rusa de Ucrania ha llevado a muchas naciones occidentales a imponer duras sanciones al país. La administración Biden dijo esta semana que dejaría de importar petróleo ruso, lo que ayudó a que los precios del gas alcanzaran niveles récord. Sin embargo, también existe presión sobre las empresas estadounidenses y de todo el mundo para que dejen de hacer negocios en Rusia.
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