En 2011, las cadenas de Fast Food Retail McDonald’s y KFC sufrieron una baja en sus ventas en el mercado chino debido a una serie de rumores que señalaban que la carne de sus productos estaban en mal estado y que no eran aptos para el consumo humano.
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Desde entonces ambas cadenas de comida rápida han visto mermadas sus ventas y sobre todo la confianza de los shoppers ha caído drásticamente, pues antes sus puntos de ventas eran un lugar idóneo para celebrara cumpleaños infantiles o para una cena familiar, sin embargo ahora los padres prefieren llevar a sus hijos a otros locales.
China ocupa el tercer lugar en el mundo en cuanto a locales de McDonald’s, mientras que KFC tiene poco más de tres mil locales en el país asiático, por lo que la falta de confianza en sus productos les ha afectado de manera considerable.
Para tratar de recuperar la confianza de los shoppers, KFC abrió mas de mil cocinas a sus comensales con la finalidad de contrarrestar las noticias de que su pollo estaba alterado genéticamente, que incluso se llegó decir que tenían ocho patas.
Mientras que McDonald’s aplicó una estrategia diferente: publicó en línea los ingredientes de todos sus platillos y la lista de sus proveedores, para que pudieran constatar que se asocian con servicios de calidad.
