Las mascotas corporativas, estos personajes que encarnan el espíritu y la esencia de una empresa, pueden ser un recurso interesante en tu estrategia de branding para lograr que socios, consumidores y usuarios se identifiquen con tu marca. El uso de una mascota puede ser muy eficaz en la publicidad y ser un elemento muy útil en el marketing de tu empresa.
En 2020, el Diario Oficial de la Federación de México publicó modificaciones a la NOM-51, donde se especificó que el etiquetado de los alimentos y bebidas no alcohólicas si tienen en sus envases uno o más sellos de advertencia de azúcares altas o grasas saturadas no podrían incluir personajes infantiles, animaciones, dibujos animados, celebridades o deportistas; hecho que desató la nostalgia del consumidor, quién expresó su descontento al decir adiós a figuras icónicas de sus productos.
En las últimas horas, el osito Bimbo se volvió trending topic luego de que burlara la NOM-51 y apareciera no en el envase, sino al interior, en su producto, pero además migrara a otra marca como estrategia de branding de la panificadora. Es el ejemplo más cercano que tenemos del impacto de una mascota corporativa como estrategia comercial.
La mascota corporativa debe representar la naturaleza de tu negocio, pero ¡cuidado !, si la mascota no refleja la personalidad de la empresa, no carisma o simplemente no tiene clara su función, puede afectar también a la identidad corporativa.
¿Qué se necesita una mascota corporativa para ser efectiva?
- La mascota debe identificarse con los valores y el carácter de la empresa, ejemplo de ello pueden ser el conejo Energizer con su tambor, el cocodrilo de Lacoste o el pajarito de Twitter. La mascota debe reflejar perfectamente lo qué es la empresa.
- La mascota debe ser única. Es un elemento que permite diferenciar tu negocio de la competencia y más ahora con mercados tan saturados y competitivos. No expongas a tu negocio a un desatino como el caso de los conejos Energizer vs.Duracell, que llevan largos años peleando por cuál fue la marca que le copió a la otra.
- Una mascota de marca debe generar un vínculo. La mascota debe apelar a las emociones positivas del consumidor, interactuando con la psique humana para que esta sea recordada y a su vez sea asociada con la marca.
- La imagen de la mascota debe configurar la actitud. Ya sea imagen de marca, de empresa, de producto o servicios, para la mercadotecnia el modelo AIDA de Hotchkiss, es el referente del proceso psicológico que determina una compra mediante etapas: 1) atención, 2) interés, 3) deseo, 4 ) convicción y 5) acción. La mascota debe tener la capacidad de integrar estos elementos efectivamente.
Si aún no tienes una mascota corporativa, comienza por preguntarte ¿Cuál es el retorno que conseguiremos si apostamos por incorporar una en la empresa?
Ten presente que tu meta es fidelizar al cliente y eso es posible si trabajas junto con los departamentos de marketing, animación y dirección, buscando los valores de la empresa y trasladándolos a las mascotas corporativas para crear un producto exclusivo.
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