Recientemente vi un video de Barry Schwartz que seguramente muchos de ustedes ya habrán visto. El video es acerca de lo complejo que hoy en día se ha vuelto el tomar decisiones en un mundo donde las alternativas cada vez son más y más y más. Él habla de su experiencia al querer comprar un par de pantalones de mezclilla: stone wash o acid wash, slim fit, regular fit o loose fit, con botones o con cierre. En fin. Muchas decisiones que tomar para un solo par de jeans para usar a diario. Pero lo que más me llama la atención es que cuando más opciones tenemos de algo, menos satisfechos o seguros estamos con nuestra elección. Y tiene muchísima razón. Cuando tienes que decidir sobre cosas totalmente diferentes puede ser que no sea tan difícil la elección porque las diferencias hacen parecer obvia la decisión pero cuando un artículo tiene múltiples variedades entonces ahí vienen los problemas.
Y es entonces que la gente de marketing debe analizar muy cuidadosamente el lanzamiento de un nuevo producto con una gran variedad.
Por ejemplo, Bimbo no dudará en lanzar múltiples variedades de un nuevo pan ya que su marca es muy conocida por el consumidor y sabe qué esperar de ese producto puesto que la marca lo respalda. Pero, ¿qué pasaría si con el lanzamiento de un nuevo tinte de cabello viene una variedad infinita? A menos que tenga el respaldo de una marca conocida seguramente el despegue de esa marca será lento.
Y es que cuando se trata de tomar decisiones mientras menos complicado sea para el consumidor será mejor porque por naturaleza humana tendemos a ir a lo seguro y a lo conocido, a lo que nos causa confianza y comodidad. Es por eso que menos es más, cuando no hay diferencias muy evidentes para el consumidor. Tengamos esto en mente cada vez que queramos lanzar un nuevo producto o una extensión de línea o de simplemente diseñar un nuevo planograma. Hagámoslo fácil para el consumidor.
Créanme que lo agradecerá.
