POR MADIÁN MORANTE, DIRECTORA DE MARKETING Y COMUNICACIÓN DE EVERIS MÉXICO
La pandemia y sus efectos en la aceleración tecnológica y en el cambio en nuestros hábitos de consumo y socialización han generado una importante y muy notoria evolución del marketing en el último año, haciéndolo totalmente interactivo, hiper segmentado, medible, relevante, experiencial y de aún más valor. A medida que la innovación en la industria continúa acelerándose, nuevas herramientas tecnológicas surgen con el propósito de mejorar la relación con el consumidor. No obstante, para lograr una comunicación efectiva, el buen uso de las tecnologías de información (TI) toma un papel crucial para lograr un mensaje efectivo.
En el marketing moderno, la falta de capitalización de los avances en tecnologías emergentes como la inteligencia artificial puede resultar en niveles de participación del cliente muy por debajo de sus competidores tecnológicamente mejorados. La inteligencia artificial (IA) está permitiendo la racionalización de los procesos de marketing, elevando los costos prohibitivos que alguna vez impidieron los esfuerzos para mejorar la comunicación directa y el contenido individualizado.
A medida que los algoritmos de IA continúan evolucionando y la potencia computacional avanzada se vuelve más disponible comercialmente, las empresas han comenzado a aumentar de forma progresiva el papel de la inteligencia artificial en sus estrategias de marketing; a menudo utilizado para interpretar los mensajes que se esconden debajo de océanos de datos, dado que brinda una ventaja competitiva clave al proporcionar información predictiva aguda para anticipar correctamente el comportamiento de los clientes.
Otros de los campos que mejor han sabido integrar y fusionar la inteligencia artificial son el machine learning , el procesamiento del lenguaje natural y el reconocimiento automático del habla, este último con la tecnología de voz. Euromonitor International informó que debido a la COVID-19, los consumidores ahora se sienten más cómodos con el uso de electrodomésticos y asistentes virtuales habilitados por IA, en parte porque no tienen que tocar las superficies para usarlos.
Estos hábitos cambiantes nos empujan hacia un mundo “sin contacto”, donde la capacidad de interactuar con la tecnología reemplaza verbalmente la necesidad de interactuar físicamente con ella. Por lo tanto, los especialistas en marketing debemos comenzar a pensar en cómo pueden ayudar a las marcas a aprovechar la tecnología de voz para interactuar con los consumidores a través de varios puntos de contacto, desde parlantes inteligentes en el hogar hasta pagos activados por voz en las tiendas y más allá.
Debido a estos constantes cambios, se ha orillado a las empresas a buscar nuevas vías para desarrollar tecnológicamente de una manera más ágil, por ello ha surgido el término Citizen Developer, que consiste en usuarios comerciales con poca o ninguna experiencia en codificación que crean aplicaciones con tecnología aprobada por TI.
El concepto de usuarios finales que crean sus propias soluciones no puede ser nuevo, pero las organizaciones que comprenden el impacto potencial de empoderar a los desarrolladores ciudadanos con herramientas más poderosas sí lo es. Las organizaciones están notando el valor del desarrollo ciudadano. Según un informe reciente de Gartner, el 61% de las organizaciones tienen o planean tener iniciativas activas de desarrollo ciudadano.
A medida que la tecnología evoluciona, las empresas tienen una necesidad de incorporar algún tipo de estrategia tecnológica. Hoy en día el tener una buena comunicación con el mercado meta sólo se puede lograr por medio de algún canal digital, por ello, las organizaciones deben buscar ver más allá de las ahora estrategias tradicionales de las redes sociales y ampliar su panorama al mundo del marketing tecnológico.
