El mundo esta cambiando y el contacto físico es cada vez menor; y es que la tecnología avanza a pasos agigantados.
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El desarrollo tecnológico está logrando que cada vez sea menos necesario acudir a un súper mercado a escoger la despensa, a un centro comercial a probarnos la ropa, a un banco a hacer largas filas e incluso a un café para reunirnos con nuestros amigos.
Poco a poco se esta perdiendo el significado del tacto y se esta olvidando el inmenso poder que tiene sobre los productos. Tomar un producto en nuestras manos es fundamental en el proceso de compra, con el simple hecho de tocar algo podemos atribuirle cierta calidad y atributos no perceptibles a simple vista, además de que ayuda a crear familiaridad e intimidad entre producto/consumidor.
Si bien es cierto que el marketing táctil se encuentra en las características intrínsecas de los productos, también se puede aprovechar en el empaque, el exhibidor y en muchas ocasiones hasta en las activaciones BTL por medio de sensoramas por ejemplo.
No basta con utilizar el sentido del oído, vista, gusto y el tan de moda olfato, se tiene que lograr una correcta armonía y estrategia de marca completa con cada uno de los sentidos.
Por otro lado no podemos descuidar el segmento de mercado de los invidentes, que en México son más de 500 mil, ellos ven todo por medio del tacto y a ellos los podemos ayudar mucho por medio de una estrategia táctil; como lo hizo la cadena de comida rápida en Sudáfrica, “Wimpy”, creando hamburguesas especiales con mensajes hechos de ajonjolí sobre el pan para comunicarse con sus clientes invidentes.
Desafortunadamente este tipo de marketing se encuentra en pañales y no son tantos los expertos que están en busca de nuevos medios para optimizar el uso del tacto con fines mercantiles, pero no podemos olvidar que Tocar es descubrir el mundo de forma diferente.