Tras el sismo acontecido hace algunos días, la sociedad, las empresas, los gobiernos y los organizaciones civiles, se han puesto la camiseta para atender las necesidades surgidas por este desastre natural. Dentro de tales actos existen puntos que son dignos de análisis e interpretación desde el sector del marketing, pues al ver la fuerza de las actividades, es importante recapitular, desmenuzar y encontrar los futuros retos.
1.- La mercadotecnia social se ha convertido en la nueva tendencia, una tendencia que va más allá de la responsabilidad social de las empresas, pues las variantes radican en la agenda que es promovida por medio de demandas muy sentidas por parte de la comunidad, interpretadas por la misma y atendidas desde planos en donde convergen esfuerzos cruzados. El marketing social permite generar sentido de pertenencia e identidad, provoca el efecto multiplicador y ayuda a las ciudades a desarrollar una agenda pública que verdaderamente se centre en los intereses más apremiantes.
2.- La estafa, el uso y el lucro, es uno de los puntos más deplorables, tal vez porque en medio de la desgracia lo que menos abona al restablecimiento social, son las acciones que se basan en el timo, la comercialización de la desgracia y en la excesiva exposición de la vulnerabilidad. Cabe la encomienda desde el sector de empoderar la ética y el sentido humanitario.
3.- Las marcas y su responsabilidad van de la mano del punto anterior. Las marcas han visto que deben acercarse a sus públicos por medio del trabajo colectivo y desinteresado. Por citar algunas acciones de lo que hemos sido participes, podemos hablar de supermercados concentrando víveres y empacado despensas, tiendas de conveniencia ofreciendo internet, restaurantes donando desayunos y comidas, líneas de autobuses y aviones ofreciendo transportación gratuita para rescatistas, médicos y voluntarios.
4.- La “malificación” del prójimo es una de las situaciones que se han acentuado. La anterior conducta se basa en desacreditar, forzar o exigir que las personas actúen, donen y auxilien, ordenando sea desde la óptica que para unos es la manera correcta. Es importante precisar que en momento difíciles el orden y la transparencia son importantes, sin embargo, un situación que no aporta es tratar de desacreditar ya sea porque apoyan, porque lo hacen en silencio o porque deciden mantenerse al margen. Recordemos que cada quien da lo que puede y lo que tiene en las dimensiones de su desprendimiento.
5.- El siglo del activismo, si, ese es el siglo en el que vivimos. Tal vez debido a la estimulante participación de las minorías y sus luchas, quizás porque es una pose que esta en la lista de requisitos en la actualidad o porque en realidad hemos evolucionado en el sentido de la participación y la interdependencia.
Como siempre decimos en el despacho “los momentos de crisis son los mejores para generar oportunidades”. Sin lugar a dudas, la naturaleza nos invita a trabajar de una manera distinta como sociedad, la sociedad nos recuerda a empresas y al gremio a ser más diligentes y responsables, así como el marketing nos subraya que siempre estará presente como un aliado. Hagamos nuestra parte y permitamos que los demás hagan la que consideren, pues de parte en parte es que se reconstruye todo.