El miedo al agua es uno de los más comunes entre los niños suecos, de hecho en Suecia 1 de cada 5 niños no sabe nadar, lo cual, más allá de no dejarles disfrutar de este deporte, puede llegar a ser un peligro en un país rodeado por océanos y lleno de lagos.
Para intentar solucionar este problema, la compañía energética E-On se unió a la Federación Sueca de Natación para crear una especie de terapia con realidad virtual que ayudara a que los pequeños perdieran el miedo al agua.
En 2015, la tecnología de realidad virtual tuvo ingresos por 90 millones de dólares, en consecuencia este tipo de herramienta empieza a ser usado en campañas y productos por parte de las marcas.
La realidad virtual empieza a generar productos que son cada vez más accesibles en cuanto costo, muestra de ello son los Cardboard de Google, unas gafas de realidad virtual que van en costo desde los 14 a 120 dólares.
A través de un vídeo grabado en 360º por tres nadadores del equipo sueco y unas gafas Google Cardboard, proporcionaron a los niños una aproximación a la experiencia que se vive dentro de una piscina. La tecnología no puede sustituir la terapia, pero sí parece que sí puede ser una ayuda en el tratamiento de este tipo de fobias.