La ventaja de los e-taileres frente a los retailers físicos es que se puede vender cualquier cosa, literalmente lo que sea, desde aire de campo, hasta animales exóticos o tiernos cachorritos, sin embargo al ser tan vasto el universo de oportunidades no siempre se tienen reguladas las cosas o están al margen de la ley.
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En Nueva Zelanda, la organización Paw Justice, ideó una campaña de marketing social para concienciar a las personas de que no todo lo que se vende den internet tiene buena procedencia, por ejemplo los cachorros de perro.
Para ello junto con la agencia DDB, crearon una estrategia en la que el e-tailer Trade me para convertir su nombre en Don’t trade me, y transformó su logo (un kiwi) en un cachorro corriendo para darle más relevancia a la campaña.
Con esta acción se busco recaudar fondos para la asociación y solicitar que Trade me tenga una regulación para que todos los cachorros que vendan no estén en malas condiciones: