Las redes sociales suponen otra cultura.
Todo aquello que conocemos como cultura, en el término más amplio del concepto, determina y es en sí misma el comportamiento de la gente. Todo ese conjunto de tradiciones, costumbres, hábitos y aficiones heredadas y creadas por la historia y la geográfica de cada lugar le dan identidad a los pueblos, y por ende, a los consumidores.
Con cerca de 200 países alrededor del mundo y más de 100 idiomas de acuerdo con la Agencia Central de Inteligencia, CIA, las marcas globales tienen un importante reto al momento de estructurar sus mensajes debido a la gran cantidad de expresiones culturales que hacen de cada grupo poblacional un target único.
“Tenemos que tener en cuenta el sexo, la zona geográfica, hábitos de compra, frecuencia de compra, preferencias de sabor (en el caso de productos), colores en el empaque, etc. En algunos casos se tiene que revisar hasta el nombre del producto ya que a veces el marketing cultural te puede jugar una mala pasada”, asegura Martín Chávez Pooley, coordinador de Marketing Postventa para Euromotors Perú.
Lee el artículo completo en la edición impresa