Todas las navidades son diferentes, por lo menos en términos del comportamiento de las personas, pues finalmente la esencia de la temporada es la misma, sin embargo y en virtud de la consagración de la navidad como un suceso festivo, capaz de unir a la familia, los amigos y hasta los enemigos entorno de un festejo, el marketing debe volcarse a estas realidades socioculturales para leer al consumidor como un sujeto altamente social, que en su mayoría están felices de recibir la navidad y ese es su motivo de alegría.
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A partir de ahí, se debe hacer un análisis de la mujer que bajo las condiciones sociales en las cuales están suscritas, hace que su comportamiento sea distinto y complejo pero indiscutiblemente decisorio con respecto al proceso de compra, sólo basta con hacer una lectura rápida con respecto a las condiciones salariales, laborales y sociales en las cuales vive la mujer latinoamericana, para poder entender, que a hoy no solo tienen a cuestas su familia e hijos, sino también su trabajo que en muchas ocasiones tiene un bajo salario independientemente de la preparación académica y con un agravante, que generalmente son madres cabezas de hogar, sin un compañero que respalde económicamente sus obligaciones.
Ahora, si esta realidad se comprende, es necesario entonces iniciar un proceso de ajuste estratégico con respecto a los requerimientos sociales y económicos de las mujeres. Y más aún cuando la navidad, en el caso de la mujer se convierte en un motivante profundo de alegría al punto de quererla expandir, por tanto es común encontrar que en la celebración se incluyen las dos últimas semanas de noviembre y la primera semana de enero.
Y lo anterior, tiene una razón de ser, pues la mujer siempre busca ampliar en términos de época, la unión familiar, porque posiblemente es el único período del año donde logra percibirla, por ello su disposición a la compra es abierta.
Por tanto, si usted está construyendo estrategias de marketing para la época navideña, tenga en cuenta:
1. Descuentos y ofertas
Si bien durante la época navideña, las personas tienen una disposición abierta, sincera y directa a la compra, las mujeres son cazadoras de descuentos y ofertas por naturaleza, les gusta sentir que ahorran en sus compras para poderlo invertir en disfrute familiar: la cena navideña y las reuniones o ceremonias que son comunes durante la época, por lo tanto, aunque no se deben hacer descuentos como tal durante la temporada, si es viable concentrar durante dos o tres días una promoción de ventas, capaz de atraer a las consumidores con el lenguaje de las ofertas, facilitando el impulso de compra (que ya es natural) hacia nuestra marca.
2. Ampliación de la temporada
La temporada navideña es muy corta sólo es apreciada con la duración de un mes, pero en virtud de ello y buscando generar una unión familiar mayor, las mujeres han ampliado esta temporada en su inconsciente, comenzando con la adaptación de su hogar y la decoración desde noviembre, facilitando así no solamente cristalizar el sentimiento de unión, si no también competir con sus vecinos en términos de estética y belleza.