Una de las grandes ventajas del big data es que puede crear momentos íntimos cuando los humanos colaboran con las máquinas. De este modo, y a diferencia de los canales tradicionales, los e-tailers tienen mayores posibilidades de conocer a su target.
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Hoy día hay muchas maneras en cómo se puede integrar la información extraída del big data. Una de ellas son los famosos cookies.
Si echamos un vistazo a las enciclopedias de informática veremos que los cookies son pequeños archivos de texto que se ubican en los directorios del navegador.
Así como los desarrolladores de páginas web los utilizan para permitir a sus usuarios navegar con más facilidad, las marcas que cuentan con tiendas online pueden utilizar los cookies para que su usuario tenga ciertos accesos, o no los tenga, acorde a sus preferencias de consumo.
En cuestión de anuncios, los cookies regulan cómo deben aparecer y funcionar. Esto ayuda para no ser intrusivo, pero sin necesidad de dejar de buscar al consumidor en todos los canales posibles.
