Cerca de 200 surcoreanos enviaron a Corea del Norte 50 globos gigantes con 770 libras de Choco Pies en bolsas de plástico. La idea: liberar el producto en un parque en la ciudad fronteriza de Paju, como muestra de rebelión contra la presunta prohibición del chocolate en aquél territorio.
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Los Choco Pies se han convertido en un símbolo de declaración política. Además no es la primera vez que Corea del Sur envía este pastel de chocolate a sus vecinos para contradecir lo dictado por la autoridad del norte.
El diario NK reportó que los surcoreanos han repartido Choco Pies en forma de bonos a los trabajadores del Complejo Industrial de Kaesong, pues éstos se llevan el 30% de su salario como consecuencia de las deducciones gubernamentales.
Recientemente The Guardian dio a conocer que en opinión de Andrei Lankov, experto en estudios coreanos, los Choco Pies, aunado con la migración laboral a China, son un producto que ha cambiado paradigmas en los coreanos, pues la idea que el sur es más pobre que el norte ya es vieja.
Por lo pronto, Corea del Norte recibió una dulce sorpresa de Marketing de Guerrilla, que simboliza el status de un producto comercial pero sobre todo de rebelión.