Sólo un piano gigante que fue adaptado en una de las escaleras de la estación del metro Polanco de la Línea 7 hace la diferencia del resto de la publicidad que adorna dicha estación: escaleras, paredes, vallas, barandales. Todo está invadido con los nombres de la campaña Comparte con… de Coca Cola.
Más notas de Marketing de guerrilla:
5 herramientas útiles para que la publicidad se convierta en Guerrilla marketing
Nuevas tendencias de Guerrilla marketing
Guerrilla Marketing: 3 casos que se dieron en la calle
Esta creativa acción de guerrilla inicia desde que se entra a la estación. En las paredes está el nombre de Laura, Carlos, David, Pedro, Jorge, y muchos más. Al avanzar, la euforia no se detiene, ahora en lugar de nombres hay frases de la marca que resaltan por los fondos rojos que las acompañan.
“Ya casi termina” dice uno casi al final del recorrido que los transeúntes tienen que hacer para llegar a los vagones.
En los pasillos, a la espera de los convoys, se ve uno tras otro los anuncios de la marca como si estuvieras viendo un negativo de rollo de película. Los nombres y frases no logran pasar desapercibidos a los ojos de los viajeros.
Y para los que salen de aquella estación, justo al llegar a la escalera que no es eléctrica se observa un gran anuncio formado por tres envases de Coca Cola y el letrero “Es momento de tomar aire”, alentando a los caminantes a que se ejerciten un poco al tiempo que suben la escalera y recorren el anuncio.
La estación del metro Polanco se ha convertido en el soporte de comunicación para mandar el mensaje. Parece una exhibición museística contenida en un subterráneo de la que nadie que se sumerja en ese transporte puede escapar.
Tan sólo de octubre a diciembre de 2013, en la estación Polanco de la Línea 7 se registró una afluencia de 2 millones 477 mil 444 personas, según datos oficiales del Sistema de Transporte Colectivo Metro.