¿Por qué se venden tan bien y sin demasiada promoción los productos relacionados con “alguien nos vigila”?, ¿cómo es que el “Código Da Vinci?” sigue provocando interés?, ¿es algo que llama la atención por morbo?, ¿o será que existe un mercado especial para este sector?
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Son activaciones que llevan muchos años entre los consumidores, basta con recordar las múltiples convenciones en los puntos de venta “avistamiento ovni” en lugares como Tepoztlán o en Catemaco, Veracruz.
Indudablemente un sin fin de asiduos fanáticos y consumidores de lo “conspiracional” se dan cita en la zona 51, para conocer el lugar donde supuestamente se realizó una autopsia a un alien. Este tipo de clientes adquieren imágenes, bajan videos de Youtube, así como también despiertan y activan el fenómeno ovni.
Alguien los vigila y es la demanda. Si quieren asistir a una convención, las activaciones con videoconferencias, grupos de cazadores de lo enigmático; así como aquellos que venden la atracción por el más allá de la muerte, al ofrecer servicios de comunicación con fantasmas y otros tópicos semejantes.
Las ventas del Código Da Vinci han levantado gran polémica entre los editores más envidiosos, pues se trata de más de 30 millones de ejemplares adquiridos en puntos de venta de lo más diversos. Más allá de que su contenido sea dudoso, el escritor Dan Brown logró crear un éxito basado en el Marketing conspiracional. En su libro desfilan toda clase de grupos religiosos, hasta una bastante torcida historia acerca de los masones.
A partir del Código Da Vinci se hizo una película estelarizada por Tom Hanks, después el autor pudo publicar una gran cantidad de libros, sino con el mismo éxito editorial, sí con una enorme acogida.
