Aunque la tecnología ha avanzado mucho, aún es muy complicado medir muchos aspectos en el punto de venta. Con la popularización del internet, se desarrolló el e-commerce, lo cual ha posibilitado el poder realizar mediciones más certeras sobre la interacción de la gente en una tienda online: qué compra, qué no, cuánto tiempo ve un producto, en qué página de sale. Esto es parte de lo que se conoce como la analítica o analítica web, sobre la cual platicaremos en las siguientes líneas de Marketing BTl de la A a la Z.
La analítica puede definirse como el análisis y el estudio de los datos que se tienen se genera en un sitio web, por medio de la interacción de los usuarios en dicho espacio virtual. La finalidad es la de obtener información, que a su vez sea procesada y transformada en conocimiento útil para tomar desiciones más sólidas, detectar tendencias e incluso comprender las motivaciones que mueven a los clientes.
Se puede considerar que la analítica cuenta con dos ramas principalmente: big data, que se encarga de trabajar con grandes vólumenes de datos, y small data, que trabaja con una cantidad considerablemente menor de información que el primero.
Son varios los KPI que se puede conocer al momento de trabajar con la analítica: número de visitantes, ticket medio, cantidad de visitas, CTR, etc., fuentes de tráfico, interacciones en redes sociales, etc.
Cabe destacar que, en lo que refiere propiamente a small data, hay herramientas clásicas como Google Analytics, que ofrecen estos resultados. Sin embargo, al momento de trabajar con big data, se necesitan otro tipo de conocimientos más específicos, como por ejemplo programación en R y en Python.
Los retailers virtuales trabajan con la analítica para comprender y optimizar las campañas que realizan y así poder implementar los ajustes necesarios para que puedan funcionar más eficientemente.
