El marketing BTL cuenta con una importante serie de canales, cada uno con sus particularidades y sus especificaciones, pero con características en común: una fuerte carga creativa, un trabajo dirigido a segmentos específicos y una capacidad de generar un impacto importante en la mente de los clientes. Hay algunas de sus ramas que son mucho más llamativas que otras. Un ejemplo de esto es el ambient marketing.
¿Qué es el ambient marketing? Básicamente podemos definirlo (de acuerdo con información de sitios como Merca 2.0 y Neo Attack) como la intervención estética de espacios público con la finalidad de promocionar un determinado producto o marca. Dicho de otro modo, es cuando se transforman elementos urbanos, como muros y bancas, entre otros, para que capten la atención de las personas sobre ellos, los cuales tienen elementos brandeados.
El ambient marketing es considerado como una subcategoría del marketing de guerrilla, de donde también surge el street marketing, concepto con el cual suele confundirse frecuentemente; sin embargo, la diferencia entre uno y otro es que el primer derivado sólo trabaja en la intervención de los espacios, mientras que el segundo busca interactuar directamente con las personas que se encuentran en la calle.
Una de las ventajas con las que cuenta este tipo de marketing es que suele ser muy llamativo, lo cual provoca que esta acción quede bien fijada en la mente del público y por extensión, también les quedará en la mente la marca que busca promocionar.
Un ejemplo es cuando McDonald’s intervino los cruces peatonales en algunas ciudades: se pintó una caja de sus clásicas papas a la francesa en estos espacios, de tal modo que las barras que forman el cruce peatonal simularan ser estos alimentos.
Otro ejemplo es una banca en un parque, la cual fue intervenida por Kit-Kat, de tal modo que su clásico empaque rojo fue reproducido en el respaldo de la banca.