Cuando hablamos de marketing, por lo regular siempre lo hacemos en tiempo presente o en un pasado relativamente cercano al momento actual, especialmente en la era digital en la que tenemos información que se genera en tiempo real y que nos brindan nuevas luces sobre la manera en la que se puede promocionar un producto o servicio para que éste sea comercializado de manera exitosa. La mercadotecnia está tan concentrada en mirar hacia el frente que raras veces mira hacia atrás. ¿Qué se hizo? ¿Cómo fue que se llegó a dicho punto? ¿Cuáles fueron los puntos de inflexión que se presentaron a lo largo de la historia de esta área del conocimiento?, son algunas preguntas que pocos mercadólogos se hacen pero que no sólo brindan un panorama distinto de este campo, sino que también le otorga cierta identidad propia.
Al preguntarle a Samantha Guzmán, gerente de marca de Pepsi, por qué es importante que las marcas estudien la historia de la mercadotecnia, contestó lo siguiente: “como marca tenemos un reto año con año de diferenciarnos y lograr ese acercamiento, conexión que buscamos con los consumidores, para buscar una lealtad en el momento de la decisión. Esto lo podemos lograr con mayor conocimiento y adaptación de lo que ha funcionado con anterioridad, además de poder aprender y evitar desaciertos que se hayan cometido”.
Por su parte, Arturo Sotelo, profesor y asesor en las áreas de mercadotecnia, turismo y administración en la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) y la Unila, a ese mismo cuestionamiento, respondió: “El conocer la historia del marketing en México beneficia de alguna manera a las empresas, en especial sobre las estrategias creativas y competitivas que deben de diseñar. Por ejemplo, algunas empresas publicitarias revisan todo lo que se hacía antes, para hacerle cambios o tomar algunos aspectos e implementarlo en lo bueno que hacen. Eso lo he visto en publicidad en televisión y publicidad exterior, en promociones de ventas y relaciones públicas y en el merchandising.
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