Dentro del extenso mundo de los destilados, hay una marca mexicana que destaca: Tequila Don Julio, la cual después de 82 años sigue encantando a millones de personas por su calidad y sabor. El artífice de esta bebida fue Don Julio González, quien con solo 17 años de edad creó su primer tequila de lujo en el año 1942, pese a no contar con suficientes recursos económicos, más que con un préstamo otorgado por un importante empresario local.
Para 1947, Don Julio construyó su primera destilería conocida como “La Primavera”. No es sino hasta el año 1987 cuando Tequila Don Julio es bautizada con ese nombre, y una década más tarde se crearon los tipos blanco, añejo y real.
Don Julio 70 es su marca más famosa, la cual marcó una nueva pauta en las reglas y costumbres de producción tequilera. Se trata de un añejo reposado que pasa por un proceso adicional de destilado, por lo que conserva algunos de los tonos amaderados y dulces que adquiere durante el reposo en barrica. Tras este proceso, la bebida retoma su sabor ardiente del tequila blanco, lo que permite que pase de manera mucho más suave a través de la garganta del consumidor.
Con un gran posicionamiento en el mercado mexicano, en 2015 la multinacional Diageo, dueña de marcas como Smirnoff, Johnnie Walker y Captain Morgan, adquirió Tequila Don Julio, al igual que la destilería La Primavera, el inventario y suministro de agave, transacción que tuvo como objetivo fortalecer el crecimiento de la marca e impulsar su competitividad dentro de la categoría.