Jalisco es la cuna de una de las empresas mexicanas de mayor tradición en la industria de dulces: De La Rosa, creada en 1942 por Don Jesús Michel González, quien con el apoyo de su familia, incluida su esposa Elvira Velasco, inició la elaboración artesanal de dulces en su casa.
Un punto a favor y muy conveniente para el matrimonio era que Don Jesús tenía experiencia en el área farmacéutica realizando fórmulas, conocimiento que utilizó en la creación de golosinas, siendo las paletas de malvavisco uno de sus primeros productos.
En cuanto a su logotipo, no siempre fue una rosa roja. Al inicio se trata de tres fresas; no obstante, tuvieron que sustituirla debido a que otra compañía tenía una imagen similar, la cual se quejó de la similitud. La idea de poner una rosa se dio en 1960, esto con motivo de que Guadalajara fue reconocida como la “Ciudad de las Rosas”, esto debido a los rosales que había en distintos jardines de la localidad.
El delicioso mazapán de cacahuate fue su primer producto estelar, aunque al inició era conocido como “Conitas”, nombre que no duró mucho tiempo, ya que la gente empezó a llamarlo mazapán de la Rosa debido a la flor en su logotipo. Este dulce estrella de la empresa fue el protagonista para que, en 2018, Guinness les diera un reconocimiento por el mazapán más grande del mundo, pues se trató de una pieza de más de 8 kilogramos que tenía un diámetro de 3 metros, más 1.2 metros de altura.
Al día de hoy De La Rosa cuenta con una distribución nacional entera, así como una internacional en Estados Unidos, Canadá, Centroamérica, Europa y Medio Oriente. Tiene tres plantas de producción, un centro de distribución y más de 2,500 empleados. Pulparindo, Ranitas Croa, Pasitas, Chupeta y Gummy Pop son algunas de sus marcas.