Es posible que China no envíe un equipo a Qatar, pero las marcas chinas son las principales patrocinadoras de la Copa del Mundo de 2022, incluso superando la lista de empresas estadounidenses que incluyen nombres icónicos como Coca-Cola, McDonald’s y Budweiser.
De acuerdo con GlobalData, los patrocinadores de China han aportado $1,395 billones para el torneo, que se realizará del 20 de noviembre al 18 de diciembre, superando los $1,1 billones gastados por las empresas estadounidenses.
Desglosado sobre una base anual, el patrocinio chino está valorado en $207 millones por año, en comparación con los acuerdos de Qatar y EE. UU. por valor de $134 millones y $ 129 millones, respectivamente, según los datos.
El dominio corporativo de China en la competencia refleja las aspiraciones de sus marcas de expandir su reconocimiento en el extranjero a un nivel que coincida con su tamaño y alcance crecientes.
El auge de los patrocinadores chinos también es paralelo al sueño del presidente Xi Jinping de convertir a China en una potencia futbolística a través de planes y objetivos ambiciosos, como multiplicar por 10 el número de escuelas con campos de fútbol para 2025.
Si bien los cuatro patrocinadores chinos de la Copa del Mundo Qatar 2022 (Grupo Wanda, Vivo, Mengniu Dairy e Hisense) tienen perfiles relativamente bajos fuera de su país de origen, son grandes empresas con ingresos multimillonarios y miles de empleados.
Wanda Group, un conglomerado que abarca toda la industria fundado en 1988, y Mengniu, uno de los mayores productores de lácteos de China, han figurado varias veces en la lista Fortune 500. La Copa del Mundo funciona para las empresas chinas tanto fuera como dentro de China, ya que el fútbol tiene muchos seguidores entre el público chino.
En tanto que las empresas chinas esperan que una asociación con el juego les ayude a deshacerse de las percepciones negativas sobre la etiqueta “Made in China”. Los patrocinios deportivos permiten a las marcas chinas conectarse con audiencias globales que comparten el amor universal por las experiencias deportivas en entornos emocionales. El fútbol cruza todas las fronteras culturales y brinda un alcance global masivo.
Quien lidera las marcas patrocinadoras chinas en Qatar es, por mucho, Wanda Group, uno de los siete socios oficiales de FIFA, el nivel de patrocinio más alto, junto con Coca-Cola, Adidas, Hyundai, Kia, Qatar Airways, QatarEnergy y Visa.
El conglomerado con sede en Beijing, que tiene inversiones en bienes raíces, entretenimiento, medios, manufactura y servicios financieros, comprometió $850 millones como parte de un acuerdo de 15 años que cubre todos los eventos de la Copa del Mundo hasta 2030, según GlobalData.
Vivo, una empresa de electrónica de consumo con sede en la ciudad sureña de Dongguan, está gastando unos $450 millones de dólares como parte de un acuerdo de seis años que incluyó la Copa Confederaciones de 2017 y la Copa del Mundo de 2018.
Mengniu, que tiene su sede en Hohhot, Mongolia Interior, e Hisense, un fabricante de productos electrónicos con sede en Qingdao, se han comprometido a gastar aproximadamente 60 millones de dólares y 35 millones de dólares, respectivamente.
Muchas empresas chinas están intentando construir sus propias marcas y eventos como la Copa del Mundo son perfectos para crear conciencia entre grandes audiencias. Participar en estos eventos puede facilitar futuras expansiones de mercado.
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