En México, las bebidas adulteradas y/o falsificadas alcanzan un volumen anual de 20.9 millones de litros, mientras que el alcohol ilegal y sustitutos (bebidas artesanales) venden al año un estimado de 2.37 millones de litros. Para combatir la producción y consumo de este tipo bebidas, a partir del 1 de enero de 2022, los restaurantes, bares, cantinas y todos aquellos establecimientos en los que se realice la apertura de bebidas alcohólicas para su venta y consumo final deberán acatar nuevas medidas.
El marbete es el signo distintivo de control fiscal y sanitario que se adhiere a los envases que contienen bebidas alcohólicas. Y será en 2022 cuando en todo centro de consumo tendrá la obligación de efectuar la lectura del código QR del marbete adherido a la botella en presencia de los consumidores (de acuerdo con el Artículo 19, fracción XXIV de la Ley del IEPS).
Con esto, los consumidores tendrán la certeza de que la bebida alcohólica no es adulterada y que paga los impuestos correspondientes. La Ley del Impuesto Especial sobre Producción (IEPS) determina que las bebidas alcohólicas lleven estas etiquetas, de lo contrario hay multas (Artículo 18, fracción V LIEPS). Cabe señalar que los marbetes son para envases menores a cinco litros y los precintos para envases mayores a cinco litros.
Los QR muestran datos como el tipo de bebida, fecha de elaboración, fecha de envasado, productor, fabricante, importador, entre otros datos, para indicar que la bebida es auténtica. También hay algunas causas por las cuales se puede infraccionar a quienes no presenten marbetes o precintos en los envases o recipientes que contengan las bebidas alcohólicas o bien que los marbetes o precintos sean falsos o se encuentren alterados.
También se contempla el hacer uso diferente de los marbetes o precintos al de adherirlos a los envases y recipientes. El Servicio de Administración Tributaria tiene las atribuciones de emitir los marbetes y los precintos que los contribuyentes deben utilizar.
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