En entrevista para InformaBTL, Jesús Asmitia, director de Marketing de la empresa peruana Belcorp, dijo que apostar por experiencias BTL digitales no es un fenómeno, sino un modelo a seguir en las estrategias de marketing.
“El medio digital ya no es un fenómeno, ahora es la punta angular de cualquier estrategia de marketing. Sin él no puedes diseñar una campaña. Hoy los medios digitales se vuelven ese gran canal que nos permite estar cerca de las personas e interactuar con ellas”, comentó.
El vocero citó la creación de un maquillador virtual de Ésika, el cual auxilia a las mujeres a seleccionar los colores de cosméticos que mejor van con su tono de piel, las texturas que les benefician para resaltar sus rasgos y a mejorar su look integral.
“Es algo que desarrollamos y nos permite estar más cerca de nuestras clientas, recibir sus comentarios y sugerencias, pero, sobre todo, posicionar a nuestra marca en su gusto y preferencia”.
Se trata de una apuesta interesante en la medida en que estamos acostumbrados a que los maquilladores son personas capacitadas que te dicen cómo maquillarte, según la gama de la marca a la que representa, pero en este caso es una plataforma que funge como maquillista, sólo que el usuario es quien lleva el timón del barco, sin dejar de lado las recomendaciones que se dan en el maquillador virtual.
Para mejorar las experiencias virtuales de los shoppers hay que seguir las siguientes recomendaciones:
1.- Ser personal. Lo que ofreces tiene que ser una experiencia personal. La información en medios digitales siempre suena a algo genérico, algo común.
2.- Tiene que ser relevante, ser vigente, estar en tendencia y generar un pulso tangible a lo que estoy generando.
3.- Ser fácil de localizar, pues en Internet hay tanta información, que si no eres fácil de localizar puedes ser ignorado.
4.- Renunciar a la visión de control que tienen los directivos de marketing, porque una vez que uno suelta información en la red, ésta se convierte en autónoma.
5.- Tener la capacidad de respuesta al mensaje lanzado, para no terminar con una decepción.
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