Existe un descubrimiento que tuve hace casi una década, me topé con que las personas seguras de sí, pueden lograr de manera más holgada sus objetivos.
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Por tanto le comparto un trío de lecciones para que fomente su sex appeal a favor de su liderazgo personal, recuerde que sería el colmo que siendo merca no tenga la posibilidad de potenciar su marca personal, si, esa con la que convivirá todo los días que le queden de vida.
Primero quiero comentarle que ser sexy es una actitud más que un conjunto de características físicas, claro que existen personas que han sido bendecidas con cuerpos o rostros súper “hots”, pero existen otro tipo de seres que a pesar de los pesares, le sacan provecho al combo que les tocó.
La primera lección es la de reconocer el tipo de personalidad que se posee, sin embargo, existen personas que ni con los años pueden descifrar la esencia de su persona, por lo que resulta más complejo emitir mensajes contundentes, en resumen, no se puede ser sexy, sin antes ser decididos y contar con una identidad definida. De hecho un atributo que resulta afrodisiaco en los lideres es el empuje, los arriesgados y valientes tienen un halo, pues resultan antojables, los cobardes están lejos de conseguirlo.
Sonría, pues sonreír es una lección que sólo los chimuelos pueden odiar. Este es el segundo aprendizaje, pues esta acción muy sencilla te vuelve una persona muy sexy, te involucra con tu parte divertida y a decir verdad, todos buscamos estar con personas que nos hagan pasar buenos ratos.
La tercera lección se basa en estar abiertos a la evolución, si bien es cierto que de un tiempo a la fecha los “Godínez” se volvieron trendy, la cierto es que su principal error es que los que repiten pues en su “ñoñez” suelen ser poco atractivos. Busque lucir diferente según los escenarios en los que le toque jugar.
Ser sexy es convertirse en un imán y cada persona sabe que cosas atrae a su vida, le aconsejo ir por la vida sintiéndose seguro del modelito que le tocó, si cree que debe cambiar algo, hágalo o vaya a la iglesia “pare de sufrir”, recuerde que las personas quejumbrosas son poco atractivas, pues un instinto natural nos hace repelerlas.
No todos podemos ser atractivos de la misma manera, o mejor dicho, todos tenemos algo a lo que podemos sacarle partido. Me gustaría compartirle un prototipo, pero no existe, lo único que se, es que los mercas que han logrado colocarse en el agrado de otros mercas y clientes, son aquellos que son constantes, amables, “bien bañados” y que son capaces de “satisfacer” las expectativas de aquellos que se cruzan en su camino.