Esta colaboración es una cuarta parte de una serie de mini manuales que les compartiré para ponernos a tono en los perfiles que son directivos, el ánimo no es solamente ridiculizar, sino más bien hacer un homenaje a nuestro instinto de supervivencia, tal vez por eso decidí iniciar con una serie de consejos para ser malo, muy malo.
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Toda la vida he creído que las personas tipo “bitch” son despiadados seres sin corazón, sin embargo, después de convivir con algunos e intentar convertirme en uno, me di cuanta que esto poco tiene que ver con el corazón, pues más bien se encuentra relacionado con la manera en que se desea ser percibido, para entonces así tener una comunicación más sencilla y lineal, pues pocos nos atrevemos a cuestionar a los “malos”.
La anterior fue mi primer lección, me la regaló mi “sensei”, una mercadologa mexicana que ahora radica en Canadá de nombre Mei Len Chiw. Es de pocas palabras, pero me obsequió las siguientes “Nadie se mete con aquellos que parecemos malos y yo no soy mala, pero les evito la pena de que me molesten”. Acepte su dark side.
El aprendizaje número dos se enfoca en aparentar tener los nervios de acero, pues las personas que muestran debilidad son blanco fácil para aquellos que sienten la capacidad suficiente de derrocarlos. La lección me la entregó un amigo en la preparatoria, yo era un ñoño de primera y me dijo, puedes seguir siendo ñoño por dentro, pero por fuera puedes verte rudo, pues nadie se mete con un ñoño que puede tumbarte los dientes.
En el mundo de los negocios es muy importante marcar territorio, en últimas fechas he tenido que activar el modo “bitch”, para hacerles saber a unas cuantas personas que algunos perros ladran, pero que otros además de ladrar podemos morder si no dejan moler.
La tercera lección es una joya, se basa en ignoran a las personas que no le aportan nada a su vida o empresa, haga memoria, usted recordará que los malos además de aparentemente ser groseros, son muy focales, por lo que concentran sus energías en lo que realmente les interesa. Esa idea de las relaciones públicas que atiende a todas las auencias, lo único que hacen es desgastarlo y dejarlo como un tonto.
La última y cuarta lección también me la regaló mi colega Mei Len, se basa en hablar claro, hablar sin rodeos y sin dejar oportunidad a que te refuten, se que suena autoritario, pero muchos hemos visto que por tratar de hacer democracia en las empresas y agencias, tenemos que chutarnos tiempos muertos, largas participaciones de personas que se encuentran en el limbo y desde ahí comentan, pero lo peor, la idea generalizada de que todos tenemos que poner en duda las ordenes del director. Una cosa es escuchar para analizar y otra no tener la certeza de mandar, hablar claro y delegar, hágalo, no sea pusilánime.
Cierro con una frase que me gusta y que me obsequió mi maestra en estas artes, después de compartirme unos tips para despedir a un mal cristiano, con esa frase me despido y lo invito a que ponga en práctica las lecciones, pues son como la sección amarilla, yo se lo que le digo, además, como diría la Srita. Chiw: “en esta vida somos o no somos, y si no somos no hay problema, nada más luego no me ande pidiendo favores”.
