Las promociones son incentivos que las empresas ejercen con la finalidad de movilizar productos o servicios en un cierto tiempo. Las promociones suelen basarse en actos de descuentos, entrega de más producto, la posibilidad de acceder a ediciones especiales, o una muy recurrente como la integración de un extra, por ejemplo un juguete u otro producto de menor tamaño.
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En las anteriores misiones existe un objetivo como lo he mencionado, el de movilizar mercancía o servicios, es decir, las promociones se echan a andar para estimular la demanda, por tanto, es crucial cumplir con ciertos parámetros para conseguir hacer ruido y generar acción.
En los casos contrarios, lo que sucede es que tiramos dinero y oportunidades a la basura, es como apuntar nuestra flecha sin ni siquiera tener una diana frente a nosotros. Por tanto es indispensable seguir al pie de la letra el manual para estropear al cien porciento la promoción. Por favor léalo de manera detenida:
- Haga una promoción que no parezca promoción, así sus clientes no entenderán que durara poco y su desanimo se apoderará de sus acciones dejándola para luego.
- Complique la obtención del beneficio, busque un sistema de canje complejo, monte un descuento poco inspirador o pegue con cinta los regalos para que tanto su producto como los obsequios se desmerezcan.
- Elija una temporada en donde las ventas sean buenas, tire sus oportunidades, puede ser que emplee sus promociones para perder una gran cantidad de dinero que llegaría aun sin aplicar alguna promo.
- Cópiele a la competencia, no sea original, si sus competidores regalan por compra, dinero electrónico, usted también hágalo, si la promoción de enfrente se basa en un festival de precios, póngale nombre al suyo y listo.
- No tenga existencias y no cumpla con los acuerdos, ya sabe, no tiene importancia hacer enfadar a los clientes, menos cuando se enteran que han participado de una promoción que no se puede aplicar por falta de inventario o que ha migrado a otra así de un día par otro sin previo aviso.
Aplique los puntos anteriores, hágalo a conciencia, se que en este momento ríe pues dice, “que ridículo y tonto es este tipo, pues nos dice que no debemos hacer en tono de orden, como si al hacerlo de dicha forma nos pudiera caer el veinte de lo que si es correcto hacer”.
Ahora que ya tienen todo, puede sacar sus cartulinas en colores fosforescentes para que todo lo anterior amarre, pues si va a hacer porquerías, mi único consejo es que se esmere y las haga lo mejor posible.