Cuando era niño recuerdo haber visto una película llamada Me enamoré de un maniquí, en la que un maniquí de mujer cobra vida y se casa con un hombre real. Esta escena puede parecer ciencia ficción, pero cada día esta más cerca de ser realidad.
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Hoy en día por un poco más de 5 mil dólares ya se pueden adquirir maniquíes que permiten observar a los clientes en las tiendas por medio de una cámara en los ojos que integra software de reconocimiento facial.
Con esta tecnología el maniquí puede escanear a todas las personas que pasan enfrente, detectar si se mostraron interesadas en el producto, registrar si ingresaron a la tienda y elaborar perfiles con datos demográficos como la edad, sexo y raza del individuo.
La tecnología es la misma que se usa desde hace algunos años para vigilar centros comerciales y aeropuertos, sin embargo estos maniquíes ofrecen una mayor interacción con los clientes debido a la perspectiva visual que poseen al tener la cámara a la altura de los ojos.
El fabricante afirma que estos maniquíes ayudan a las tiendas a mejorar sus aparadores y oferta de productos, por ejemplo, una de las marcas que ya los usa decidió incluir ropa infantil debido a la gran cantidad de niños que acompañan a sus padres, otra decidió poner vendedoras asiáticas gracias a que el software les ayudo a descubrir que después de las 4:00 PM recibían a muchos clientes de esta zona del mundo.
Sobre las marcas que ya los están utilizando no se sabe mucho, se dice que los clientes potenciales son tiendas de moda de lujo y que apenas unas 5 grandes firmas en Europa y Estados Unidos ya los tienen en sus aparadores. Pero también se dice que los pedidos están incrementando rápidamente.
Por siniestro que esto parezca, se va a poner todavía más interesante, ya que el fabricante pretende agregarles un sistema de reconocimiento de palabras.
La próxima vez que vayas de comparas mira directamente a los ojos del maniquí, tal vez el lo este haciendo también.
