Parece que me quitó las palabras de la boca el tal Sergio López. Veo un tuit de su cuenta (@Sergiosalz) en donde grita en una conferencia: “Ya no es target, es persona, estamos en plena revolución intelectual. Debemos ser más antropólogos, sociólogos y psicólogos en lugar de publicistas y mercadólogos”. Alguien lo tenía que decir y qué bien dicho. Hasta que entendemos que no podemos seguir observando a los clientes como antes. Ya no es lo mismo. hemos crecido y cambiado mucho más de lo que somos capaces de digerir. El futuro ya no es el pasado. Lo que viene es entender lo que pasa en la mente de cada persona, independientemente del famoso target y plan de mercadotecnia. Olvídate del marketing plan. Las cosas ya no está para eso. Romper y romperse en si mismo es la salida para comunicar bien lo que eres como persona y como marca.
¿Qué es necesario observar como agente de la nueva mercadotecnia? Aquí les digo según mi visión miope
1. Humanización de marca. Las marcas usan a los humanos y los humanos usan a la marcas. Así será nuestra eterna relación dialéctica. Si no lo entendemos así. No sabremos jugar esta relación co dependiente y efímera.
2. Sociólogos, necesitan salir del clóset. De nada nos sirven los sociólogos “pachecos” que se queden en su visón etérea inalcanzable del eterno entendimiento de la sociedad. Nos urgen que bajen al campo a entender qué es lo que pasa en este loco mundo posmoderno y que si sabiduría sea posible aterrizarla en eventos, productos y códigos de comunicación efectiva que venda. Si se quedan allá en el viaje de nada nos sirven, no nos servirán. Bajen por favor. Se los vamos a agradecer. Nos hacen falta.
3. Publicistas que amen la velocidad práctica. Necesitamos que las cosas sean más fáciles en todos los sentidos. Ya muchas cosas son complejas y se van complicando más. Necesitamos disparar y recibir mensajes clave rápidos, emotivos, disruptivos y efectivos que nos hagan elegir, comprar y recomendar. Disparen ya. Pero que sean disparos mortales, consecutivos y rápidos. Que nos maten rápido y sin el mayor sufrimiento posible.
4. Detectores de necesidades con vocación de obispos. Casi casi con el voto de la castidad. Qué estén hambrientos todo el tiempo por descubrir qué se necesita, qué se desea, a qué se aspira y que se envidia.
5. Investigadores pragmáticos a nivel de calle. Que descubran verdaderos descubrimientos. Que no solo se preocupen por pronunciar en tono bluff ¡Insights! Que de verdad se sorprendan a si mismos y a sus clientes. Que vibren y que huyan de los datos duros y los métodos rigurosos. Ya nada se puede inventar más. Todo esta descubierto. Lo que necesitamos es perdernos para encontrarnos mejor.
6. Panners que vuelen como verdaderos planeadores. Esos sí que vuelen con los pies muy bien aterrizados. Que dibujen y diseñen planes en verdad estratégicos. Que rompan para construir. Que destruyan para construir. Qué piensen estrategias bíblicas que prevalezcan por siempre que sean dueños de si mismos y de los equipos. Que hagan mucho más que construir proyectos. Que sueñen en vigilia.