En México, la idea de comer ratones a las brasas puede no ser muy antojable, incluso podría salir de nuestro imaginario colectivo que dicho “alimento” se puede adquirir en las carreteras del país. Sin embargo, en Malawi no sólo es un platillo tradicional carretero sino un trampolín que ayudó al grupo musical Mouse Boys a saltar a la fama.
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Esta agrupación inició tocando sus instrumentos en una de las carreteras de Malawi, mientras veían su peculiar producto. Un día fueron encontrados por un productor que los ayudó a producir dos discos que recorrieron el mundo.
Malawi es uno de los lugares más pobres que hay. Ahí no llegan las estrategias ATL por lo que los chicos Mouse no tuvieron la influencia de otros géneros musicales ni de otras figuras famosas. La única inspiración para la creación de sus ritmos musicales fue el entorno, de ahí que muchas de sus canciones están armonizadas con percusiones con latas y el ritmo de sus guitarras.
Para su estrategia, los Mouse Boys recurrieron a medios no tradicionales. El uso de su voz que llegaba de coche en coche y la venta de ratones a las brasas bastaron para que estos chicos lograran ofrecer más que roedores y en su lugar vendieran discos en puntos de venta internacionales y en tiendas virtuales como Amazon.
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