Casa Batlló
Es una de las joyas del modernismo que, por encargo de la familia Batlló, el arquitecto español Antonio Gaudí, remodeló por completo considerándose una obra nueva, al cambiar desde su fachada hasta su estructura interior
El patio interior está cubierto por piezas cerámicas diseñadas por Gaudí, que empiezan en azul oscuro en la parte alta, bajando a tonalidades más claras de azul hasta llegar al final que son blancas. En el último piso hay un desván de estructura orgánica conformada por los típicos arcos catenarios de Gaudí. En la azotea se encuentra el lomo del dragón atravesado por una cruz de mármol de cuatro brazos y cuatro conjuntos de chimeneas.
Basílica de la Sagrada Familia
En 1883, el arquitecto Gaudí aceptó dirigir esta obra sucediendo a Francisco de Paula. El artista trabajó en ella hasta su muerte.
En la actualidad aún continúan las obras para terminar esta basílica. El primer arquitecto que empezó la obra proyectó un edificio neogótico, pero a la muerte de éste prosiguió Gaudí, que respetó las trazas iniciales de la obra, aunque pronto le imprimió su carácter y forma de hacer. Sólo dejó terminada la capilla de San José, la cripta y la portada del Nacimiento.
Catedral de Barcelona
Se halla situada en el lugar que ocupaba una basílica paleocristiana. Se empezó su construcción durante el románico pero fue finalmente acabada en el gótico, que es el estilo que predomina.
El exterior es sobrio, solamente decorado con los contrafuertes verticales. La puerta de San Ivo es una muestra representativa del llamado gótico catalán. Las naves interiores están casi a la misma altura, lo que da la impresión de estar en un solo recinto. Las capillas laterales tienen una galería superior, lo que confiere al conjunto mayor luminosidad y amplitud. El cimborrio está cubierto en el interior con un artesonado de madera. La fachada principal es de reciente construcción (finales del siglo XIX y principios del XX), aunque basada en un proyecto de 1408.
Casa Milá “La Pedrera”
En este edificio todo es curvo y ondulado. Todos y cada uno de sus rincones sorprenden por su originalidad y su técnica constructiva.
Se trata de una de las obras más conocidas del arquitecto Gaudí, y todo un símbolo de Barcelona. Construida entre 1906 y 1912, el edificio se compone de una sucesión de muros de piedra en su exterior. Mientras, el interior consta de distintos patios pintados, columnas y diversas habitaciones. La fachada, ondulada, está abierta con grandes ventanales y balcones de hierro. Por su parte, en la azotea se sitúan las chimeneas, verdaderas esculturas dignas de ser admiradas, desde donde se puede contemplar una vista espléndida sobre el paseo de Gràcia. Declarado Patrimonio de la Humanidad, el edificio eleva a un grado máximo las técnicas y tendencias del modernismo.
Museo Picasso de Barcelona
El Museo Picasso constituye un testimonio claro de los lazos que unieron a este artista universal con Barcelona. En esta ciudad no sólo consolidó una sólida formación académica, sino que la efervescencia artística que vivió constituyó el motor de arranque que le abrió el camino hacia la modernidad.
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Con información del porta oficial de Turismo de España. / Imagen: shbarcelona.es