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Hace unas semanas el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) de México se sumó a la condena de plagio de la diseñadora de ropa Isabel Marant, que algunos artesanos y del estado de Michoacán hicieron.
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Esta tarde la diseñadora de moda francesa Isabel Marant, luego de una serie de señalamientos, que ya no solo involucraban a los grupos de artesanos sino a diferentes consumidores de la marca, Marant se ha disculpado con México y con una de las comunidades indígenas.
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Sin embargo ante este tipo de cosas los consumidores ya son cada vez más exceptivos, sobre todo en un escenario donde los compradores buscan valores en sus marcas, y se muestran más críticos frente a actividades como la apropiación cultural, donde las minorías se ven afectadas.
Hace unas semanas el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) de México se sumó a la condena de plagio de la diseñadora de ropa Isabel Marant, que algunos artesanos y del estado de Michoacán hicieron.
En un comunicado de prensa el Inpi, comentó: “El plagio vulnera el derecho fundamental de los pueblos indígenas de conservar y proteger su propiedad intelectual y su patrimonio cultural”.
Estas acusación, son resultado de una línea completa de ropa en la que según las apreciaciones de los artesanos de Charapan, Michoacán la diseñadora Marant copió literalmente los patrones de diseños purépechas.
Ante esto también se sumaron las acusaciones de de algunos senadores. Desde luego estas acusaciones no son la primera vez que ocurren, en contra de la diseñadora.
Disculpas de Marant
Esta tarde la diseñadora de moda francesa Isabel Marant, luego de una serie de señalamientos, que ya no solo involucraban a los grupos de artesanos sino a diferentes consumidores de la marca, Marant se ha disculpado con México y con una de las comunidades indígenas.
A través de una carta publicada por la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, Isabel Marant advirtió que su marca busca estar abierta al mundo y orientada hacia las culturas y tradiciones extranjeras”.
Según Marant el objetivo de la marca es reinterpretar los códigos de vestimenta con el objetivo de valorizar y destacar la mezcla cultural. En el tweet de Frausto se lee: “Agradezco la respuesta de Isabel Marant. Para el @GobiernoMX las comunidades deben estar en el centro de cualquier iniciativa. Invitamos a diseñadores internacionales ser aliados en la defensa del patrimonio cultural de los pueblos indígenas, reconociendo su valor y diversidad”.
Agradezco la respuesta de Isabel Marant. Para el @GobiernoMX las comunidades deben estar en el centro de cualquier iniciativa. Invitamos a diseñadores internacionales ser aliados en la defensa del patrimonio cultural de los pueblos indígenas, reconociendo su valor y diversidad. pic.twitter.com/kI5XCyHtBD
— Alejandra Frausto (@alefrausto) November 16, 2020
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En esta carta que se publica se comenta “le estremece enormemente constatar que su enfoque hay sido percibido como una apropiación cultural, cuando ella quería promover una artesanía y rendir homenaje a una estética a la que esta vinculada”.
Sin embargo ante este tipo de cosas los consumidores ya son cada vez más exceptivos, sobre todo en un escenario donde los compradores buscan valores en sus marcas, y se muestran más críticos frente a actividades como la apropiación cultural, donde las minorías se ven afectadas.
