Khalid Brahim, El Bakraoui y Najim Laachraoui nacieron entre 1990 y 1991. Significa entonces que pertenecen a la muy buscada y aplaudida generación Millennial, ¿No es escalofriante? Por un lado los buscamos como objetivos de mercado y por el otro nos matan con atentados terroristas. Quizá lo que más ha llamado mi atención desde mi punto de vista como mercadólogo y una pizca de amante observador de las sociedades humanas es la juventud de los nuevos terroristas. Cada vez son más jóvenes.
Los que sacudieron al mundo mediático, digital y social este martes, asesinando con explosivos en puntos clave de Europa a gente inocente, no tenían más de 26 años de edad. Tengo sentimientos encontrados. No culpo, ni mucho menos, a los Millennials del nuevo formato de terrorismo mundial pero llama mi atención especialmente. Durante años he estudiado el comportamiento de las generaciones en cuanto al mercado, su cultura y cómo se comunican con el mundo.
Hoy definiría lo que está sacudiendo al mundo en esta actualidad con un simple Twitt que leí en estos días, entre la marejada de contenido sobre muchos temas que inundaban a lo digital. Decía como algo así: “The People VS Batman VS Superman…” en la autoría de @dickfundy. Este Twitt anónimo para mi y que no decía mucho porque no conozco ni sé nada de su autor, define lo que estamos viendo en estos días. Un mundo revuelto. En donde el enemigo está en casa y no sabemos dónde está ni quién sea en realidad, ¿Quizá estamos luchando contra nosotros mismos? , ¿Estaremos tan perdidos? La realidad es que sí. Estamos un mucho perdidos actualmente. Cada día, y me consta porque lo he planeado y facturado, las marcas más poderosas gastan millones de dólares en estudios y generación de contenido para entender a los Millennials y cautivarlos.
Son los consumidores más importantes de tecnología, datos y los mejores editores digitales. Inventaron y desarrollaron ya muchas apps que están moviendo al mundo hacia la economía compartida con cosas tan sencillas como pedir comida a la casa o lograr transportarse en las grandes ciudades. Los Millennilas han hecho algo así como “digitalizar” el sentido común y las virtudes orgánicas y originales de la vida cotidiana.
Veo una moneda de dos caras. Por un lado, esta nueva generación poco entendida y codiciada por la marcas para dispararles el consumo masivo, genera motores de dinero digital y también off line (Por cierto, les encanta lo vintage y retro. Todo lo que no es digital). Y por otro lado, inseguros de su propia identidad y marginados, acaban por afiliarse a grupos terroristas con ideologías de plástico. Son movidos por las migraciones y acaban auto destruyéndose en ataques suicidas. Sí que el mundo está sacudido, ¿Los Millennials tienen un problema con su identidad? No lo sé. Lo que sí sé y que cada vez acaba más por sorprenderme es que es una generación dual. Con claro obscuros. Que no termina por sorprenderme y despertarme para seguir observando. Luminosos y emprendedores pero al mismo tiempo hambrientos de identidad que los lleva a innovar o cometer grades tragedias.