Esta es la segunda parte de la columna anterior, y no se preocupen, aquí termina, no es parte de otra clásica trilogía. Anteriormente escribí sobre los paradigmas que han ido cambiando con las nuevas generaciones y ante los que debemos estar atentos los mercadólogos, publicistas, administradores, etcétera. Justo el tema que no desarrollé anteriormente por su amplitud es el de las redes sociales, pero a continuación me explayaré.
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En menos de 7 años hemos visto como en las redes sociales, las nuevas generaciones, sobre todo aquellos que están ahora en la adolescencia (milennials), han hecho cambios drásticos, por ejemplo:
Cantidad vs calidad
Estos jóvenes conjuntan en sus redes sociales mucho más “amigos” que los que nosotros solíamos tener a su edad, incluso en sondeos informales que he realizado he descubierto que casi todos tienen entre 700 o hasta mil “amigos”. Obviamente pongo la palabra “amigos” entre comillas porque si lo vemos fríamente no son más que contactos, ya que sinceramente con muy pocos de ellos van a llevar una relación de amistad real, sin embargo, aunque su relación no sea muy profunda, lo que publiquen puede llegar a influir a todos los demás, sobre todo si son cuestiones comerciales.
Competencia de atención
En las redes sociales los jóvenes no sólo buscan satisfacer sus necesidades sociales, sino que también hay cabida para las de estima e incluso de autorrealización, es por eso que suelen compartir fotos, comentarios y hasta videos que buscan llamar la atención, es por eso que hacer que una marca resalte en estos espacios puede ser difícil. La competencia no es sólo contra otras marcas sino contra otras personas y desde mi punto de vista muchas veces la vida de una persona puede ser más interesante que la de una marca.
Movimiento y momentos
Antes los jóvenes tenían que encontrar momentos y lugares especiales para convivir, sin embargo, ahora gracias al avance de la tecnología, un smartphone o una tablet son más que suficiente para estar en contacto con los amigos en cualquier lugar y momento, por lo que son capaces de enajenarse de su realidad física, por lo tanto las marcas no sólo deben pensar en tener presencia en espacios físicos, sino también en los digitales.
Como podrán ver con los puntos anteriores los adolescentes ha cambiado su forma de socializar y aunque en muchas de ellas se permite e incluso facilita la presencia de las marcas, para poder resaltar es necesario entender y adaptarse a estos nuevos paradigmas.
