La historia es cíclica; siempre me decía mi maestra de historia. Este último año he tenido la oportunidad de visitar varios conciertos y festivales musicales dentro y fuera de la ciudad de México y me he dado cuenta de que nos estamos enfrentando al nacimiento de un nuevo segmento de mercado; una nueva especie de Hippies.
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Los Hipsters han dejado de ser Hipsters y cada vez son más parecidos a lo que conocimos como Hippies. Así como nuestros padres vivieron el Festival Avándaro en 1971 hoy en día contamos con festivales como el Corona Capital, Trópico Acapulco y Bahidorá, eso sin mencionar los festivales internacionales como Coachella, Lollapalooza y Tomorrow World.
En estos lugares se pueden encontrar jóvenes gustan de consumir drogas pero también disfrutan hacer ejercicio, se preocupan por su alimentación, toman mezcal y a veces tepache, no les interesa usar ropa de marca, les gusta leer y escuchar grupos y dj´s con nuevas propuestas musicales. Son jóvenes que trabajan como free lance, tienen sus propias empresas y aman el home office y transportarse en bici. Los converse, los discos de acetato y los muebles antiguos no podían haber estado más de moda.
Las tiendas de ropa como Urban Outfitters y American Apparel han entendido esta tendencia desde hace algunos años y se dedican a vender ropa y discos de vinil para este segmento.
A estos nuevos Hippies les gusta vivir con roomies o en pareja pero sin llegar a formalizar como un matrimonio. Este segmento esta iniciando una nueva revolución, pero es una revolución pacifista, una revolución de libertad de pensamiento y expresión en donde día a día se comparten por medio de tweets, artículos en Facebook y Video Blogs pensamientos y comentarios acerca de la política, religión, sexualidad y las marcas.
Hay que tener muy de cerca este segmento que es cada vez más grande y cada vez cuenta con mayor poder adquisitivo ya que normalmente son jóvenes que llegan a formar su empresa u ocupar puestos directivos dentro de muy poco tiempo.
