Desde hace mucho grité que los productos artesanales se están convirtiendo en marcas de lujo ¿Por qué? Muy fácil, los clientes quieren ser tratados como gente única y están dispuestos a pagarlo, no como uno más. Marcas como Hermès lo entienden perfecto y no tienen ningún problema en decir que sus productos son creados y fabricados de manera artesanal. El valor de marca que le imprime un artesano a un producto, le incrementa el valor de venta porque lo hace irrepetible y único. Así es como los clientes se quieren sentir: Únicos e irrepetibles.
Los clientes buscan a una marca para fortalecer su identidad y su sentido de pertenencia. Salir del anonimato con una marca que los respalde en su personalidad y su de decisión de compra. Las marcas deben de hacer sentir únicos a sus clientes, es la mejor forma de vincularse a ellos.
Los millennials entre traspié y traspié ya están tomando poco a poco su mercado. No sólo son los principales consultores y compradores de tecnología, también son una marca única y publica con piernas. Sus decisiones de compra van muy encaminadas a desarrollar su marca personal para alejarse de lo masivo y anónimo. Por ello, quieren ser tratados por las marcas como compradores únicos.
Las marcas ya están resintiendo este tipo de decisiones. Los vendedores de alcohol y destilados tienen que conquistar el paladar de los bebedores millennials que cada día se sofistican más y no es precisamente una sofisticación sibarita por experiencia, es que quieren ser compradores únicos de bebidas, ser sólo ellos en un enorme club privado de consumidores exclusivos de bebidas alcohólicas.
Por ningún motivo pretenden ser uno de los millones de bebedores diarios de cerveza en producción masiva, están coqueteando a bebidas artesanales de producción vigilada y limitada. Si es necesaria con número de botella, folio y firma del productor. La cerveza artesanal y el mezcal se están sofisticando y creciendo en facturación de una forma incontenible. No es una moda más, es una exigencia real de los nuevos clientes. Pagan más por lo artesanal, pero exigen un trato exclusivo y personal.
Pensando a nivel de tribus urbanas, las nuevas tribus urbanas están seleccionando productos más sofisticados, artesanales y de producción única ilimitada como el mezcal, el tequila y las cervezas artesanales. Las marcas de bebidas y destilados tienen que asumirlo y entenderlo, si no lo hacen así, poco a poco seguirán perdiendo clientes jóvenes y se quedarán con lo bebedores mas viejos a los que nos queda menos tiempo de vida.
Para muestra basta un botón, en la siguiente entrevista en video de #MindHunters, hablé con Claudio. Un millennial emprendedor y empresario que está produciendo su propia marca de mezcal en edición limitada. Ahora ser frester como él, sibarita y artesanal es cool. Corre video…