Hasta hace apenas 18 meses el comercio electrónico era otro. El retail tenía como epicentro los pisos y estantes offline. Todo parecía tener un equilibrio aparentemente de uso y de mercado, en donde la oferta y la demanda establecían que la gente acudía a los pisos offline a comprar y pocas veces recurrían al comercio electrónico para comprar en el día a día, pero de pronto ¿Qué pasó? Llegó el confinamiento y la gente por miedo de una pandemia que parecía ser temporal empezó a cubrir sus necesidades de otra manera. Comprar y comprar por los estantes online de cualquier forma y entonces, apenas hace 17 meses el comercio electrónico se incrementó hasta un 300%.
Ya no habrá un para atrás. La pandemia mundial ya acostumbró a los clientes a comprar de esta manera. Por medio de los canales digitales. Y es así como se comprará hoy y siempre. Si es que se ganará un equilibrio, será de forma híbrida. Las cosas ya no volverán a ser como antes. Por lo mismo los pisos offline serán más económicos para rentar, pero al mismo tiempo será un reto conquistar clientes ahí. Sólo que tengas métodos híbridos para hacer ganar tiempo y dinero a tus clientes.
¿Cómo cambiaron los hábitos de consumo en los menores de 10 años en esta post pandemia?
Los niños cumplieron con bastantes requisitos como soportar estar confinados sin socializar de forma offline con otros niños. Debieron de adaptarse en apenas meses a métodos de aprendizaje online totalmente aburridos para sus edades tan tempranas. Entonces, ante tantos cambios y tan poca socialización. Estuvieron muy expuestos a todo tipo de pantallas. Para aprender y para apenas socializar. Por lo mismo, sufrieron una especie de sobredosis de pantallas y demasiados mensajes y contenido a su alrededor. Aprendieron a comprar y aprender con sus padres a través del teléfono. Entonces se dieron cuenta que pueden llenar sus necesidades al ver y buscar en una pantalla. Captaron muchos catálogos de miles de productos con sus jóvenes ojos en todo marketplaces de consumo. Aprendieron, muy rápido, que ver es comprar y recibir productos en casa. Que así saciamos nuestros vacíos, miedos e inseguridades.
Entonces, estamos ante generaciones que aceleraron de forma sistemática y dramática la forma de comprar online. Conocen el teléfono como una arma letal de compra y venta de catálogos. Catálogos y más catálogos ante las jóvenes miradas de miles y miles de niños que son y serán nuevos compradores de productos para sacudir y saciar sus vidas. Engendramos y engendraremos una nueva generación de compradores compulsivos que quizá verán en la forma de comprar una salida a sus problemas y carencias. Cuando no tuvimos nada. Cuando nos encerramos en nuestras casas. Porque nos apagamos del todo. Sería como una distopía anticipada, ¿No valdrá la pena hacer una pausa y detener el tiempo para ver si estamos haciéndolo bien?