Exceso de malos asuntos
El asunto de cada correo electrónico funciona como una carta de presentación porque es lo primero que ven los lectores, y es un facto determinante para que el target lo atienda o simplemente lo ignore. Escribir malos asuntos disminuye la apertura de correos y, por ende, tu cartera de clientes.
Mandar muchas o pocas promociones
Si envías una cantidad exagerada de correos promocionales, los suscriptores se sentirán saturados y menos motivados a adquirir tus productos o servicios. Por otro lado, si nunca envías emails relevantes o de interés para los lectores, corres el riesgo de ser olvidado o no ser considerado como un negocio serio.
Apatía por el análisis de resultados
Analizar los datos de tu campaña te brinda la información necesaria para descubrir qué errores estás cometiendo, cuáles son tus áreas de oportunidad y qué debes cambiar o potenciar dentro de tu estrategia de email marketing, al tiempo que te permite conocer más tus consumidores y el ambiente en el que se desarrollan.
No personalizar ni humanizar los correos
Uno de los elementos clave al momento de crear tus contenidos es la personalización de los mensajes, por lo cual es importante mantener contacto con tu target, atender sus necesidades, resolver sus dudas, ofrecer artículos que sean de su interés y con ello crear lealtad a tu marca.
Ausencia de un call to action
Un correo electrónico debe incluir todos los elementos necesarios para enganchar al lector e invitarlo a comprar tus productos o contratar servicios, y carecer de la acción o call to action no es opción.
Estos botones deben ser muy llamativos y de uso sencillo para que el usuario pueda darles clic, pero cuidando que no estén incluidos dentro del cuerpo del texto.