Hablar de marketing no es tan fácil como parece. No es sólo promocionar y vender un producto, sino también implica varios pilares que se tienen que hacer antes, durante y después de la venta o creación de un producto. Es aquí donde se dan constantes errores, que por lo general terminan con el fracaso del negocio.
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Las trampas del marketing en el supermercado
Para ganarse el corazón y lealtad de los clientes hay mucho trabajo y camino por recorrer, pero antes debes saber que no puedes caer en estos 6 errores:
1. Considerar que las decisiones de compra son racionales y asociadas al costo-beneficio: No olvides que el consumidor se deja llevar por sus emociones, sensaciones y recuerdos cuando elige los productos. Un buen insight puede decidir el futuro de tu campaña.
2. Pensar que los productos son buenos porque sus atributos son mejores que la competencia: En marketing percepción es realidad. Por ejemplo, Cuando la New Coke se lanzó en EE. UU. se pretendía ganar la preferencia de los consumidores basada en una nueva fórmula mejorada, pero lo cierto es que los consumidores percibieron la nueva bebida más débil y con un sabor distinto. Falló. No basta tener productos objetivamente buenos, sino comunicarlos adecuadamente y asegurar la buena percepción de calidad.
3. El marketing ya no se enfoca en atributos de producto solamente, sino también en beneficios al consumidor: El consumidor no compra cerveza, compra la amistad, relax o diversión; el consumidor no compra maquillaje, sino la belleza que ofrece M.A.C. En otras palabras, el consumidor no compra productos sino busca satisfacer necesidades, comprando beneficios y estilos de vida.
4. Pensar que los consumidores quieren más o menos lo mismo: bueno, bonito y barato: No pensemos que porque el consumidor tiene bajos ingresos entonces solo comprará productos de bajo precio. Hoy en día la mayoría de consumidores son aspiracionales.
5. Pensar que las decisiones de consumo se dan en forma aislada: Cada uno de los que está leyendo mi columna hoy, consultan en su entorno social o en internet antes de efectuar una compra.
6. Considerar que el consumidor sabe lo que quiere y que es capaz de decirlo: No basta con escuchar al consumidor, sino también hay que observarlo en el lugar de compra y saber cómo se comporta. Debemos interactuar o hasta convivir con los consumidores en sus entornos habituales.