Todas las marcas del mercado tienen un público cautivo, un grupo de consumidores que compran constantemente el mismo producto debido a que cumple con sus preferencias o encaja dentro de su poder adquisitivo.
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Conseguir que un consumidor se mantenga fiel a pesar de todo es algo muy complicado. La competencia, el estado del mercado, las crisis económicas, las emociones y los impuestos provocan que la gente cambie de marcas.
Sin embargo, existen niveles de lealtad. Algunos productos son sustituidos fácilmente por porque no generaron ningún vínculo con sus consumidores, por otro lado existen firmas como Apple, que han construido fuertes lazos con sus clientes para que éstos sigan comprando sus productos.
A continuación te presentamos cinco niveles de lealtad:
Presencia: Los consumidores conocen la marca y sus beneficios, la compran, pero podría ser sustituida fácilmente.
Importancia: La marca se ha vuelto relevante para cumplir ciertas necesidades; su rango de precio es considerado como justo por los consumidores, pero si sale al mercado un producto con los mismos beneficios podría desbancarla.
Performance: Pertenece a las marcas más selectas del shopper. El consumidor valora el rendimiento del producto y sabe que está sobre la mayoría de las opciones.
Ventaja: Existe un vínculo emocional o racional para elegir este producto sobre otros de la misma categoría.
Vínculación: El consumidor posee argumentos racionales y emocionales para decir que el producto es el mejor del mercado. En esta fase los consumidores se vuelven embajadores de marca.
Estos niveles pueden ser representados en forma de pirámide. La mayoría de las marcas se ubican en la fase de presencia y sólo algunas (en la cúspide) han logrado formar vínculos emocionales y racionales con los consumidores.
Fuente: Millward Brown