Hoy en día, la palabra “contenido” o el concepto “storytelling” va de cajón en casi todas las estrategias de mercadotecnia y nuevos artículos sobre marketing. Han surgido Content Managers y miles de profesionales del ramo buscan generar contenido como si fuera una labor obligada antes de que se acabe el mundo.
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Es así como surgen miles de contenidos, cientos de ideas y mensajes buscando cosechar milagros virales, pero la mayor parte de ellos se pierden en el cuasi infinito universo digital.
La primera lección que he aprendido, es que el contenido no es mágico ni obedece a recetas precisas para tener éxito y propagarse, aunque si debe cumplir con alguno de los tres objetivos que a continuación se enlistan y están presentes en todos los contenidos que han sido exitosos:
Contenido Educativo / Informativo. Muchas veces navegamos en internet en busca de soluciones, de respuestas. Cómo hacer algo, cómo sucedió un hecho o cómo mejorar nuestro desempeño ya sea en el ámbito personal o profesional. Buscamos saciar nuestra curiosidad y aprender. Un buen contenido, original y eficaz, siempre será digno de ser visto y hasta compartido. Es muy frecuente en el caso de marcas tecnológicas, Apps, alimentos, bebidas, telefonía celular y todo tipo de maquinaria y herramientas. Tiene que ser práctico y fácil de digerir.
Contenido Noticioso. Tiene una vida muy corta, pero sus picos de consulta suelen ser muy altos. El reto es que debe comunicar una crónica muy relevante para el auditorio y de ser posible, sobre un personaje o una situación también muy destacada en ese momento. Muchas veces se relaciona con otros hechos que ya probaron ser muy exitosos o bien, presentan el mismo contenido pero de forma diferente. Si es usado para el lanzamiento de un producto o servicio, más vale que incluya información del interés público o al menos imperdible para el nicho al que se dirige. Idealmente, debe saltar a la prensa y medios masivos, si lo hace, su propagación será exponencial.
Contenido de Entretenimiento. Si no vamos a informar y tampoco a enseñar o educar, al menos asegurémonos de divertir a nuestra audiencia. Ya existe demasiada basura flotando en las redes sociales, vemos y escuchamos mucha información, así que no es fácil sobresalir entre tantos datos y hechos moviéndose en un mar de sitios y redes sociales. En este tipo de contenidos, el secreto está en hacer lo que no se ha hecho, o renovar drásticamente lo que se ha llevado a cabo, pero dándole un giro de 360 grados. Es quizá el que requiere mayor talento creativo para su elaboración, pero si es muy bueno, tendrá una vida larga tanto en los medios como en las conversaciones de sobremesa. Algo simplemente invaluable para cualquier comunicólogo respetable
