Los 3 factores que definirán al próximo presidente

Jaime Torres columnista InformaBTL
Ante todo este embrollo en la comunicación de los partidos políticos rumbo a las próximas elecciones presidenciales en México, hasta ahora adornado con fake news y mensajes insulsos, serán sólo 3 los factores decisivos para que un candidato gane las elecciones o se nomás mirando.

Ante todo este embrollo en la comunicación de los partidos políticos rumbo a las próximas elecciones presidenciales en México, hasta ahora adornado con fake news y mensajes insulsos, serán sólo 3 los factores decisivos para que un candidato gane las elecciones o se nomás mirando.

El primer factor es la Imagen Personal de cada candidato. Es decir, ese perfil que el político se ha forjado a lo largo de su carrera y que le ha dado buenos frutos o buenos tropezones. Esto incluye, claro está, a toda su comunicación no verbal (ademanes, tono y manera al hablar, aspecto físico, vestido, expresiones, ademanes, reacciones y muchos otros aspectos que comunican). La imagen personal se construye con el tiempo y la exposición a los medios de comunicación. Una vez que se define, resulta muy difícil modificarla, es determinante.

El segundo factor es el Historial de cada candidato. Los antecedentes que tenemos de los participantes, así como de los partidos que los representan. No podemos separar a la persona de la filosofía y proceder del partido que lo cobija.

Este factor afecta de manera muy especial a dos de los tres principales candidatos a la presidencia de México. En primer lugar, a José Antonio Meade, quien a pesar de tener una Imagen Personal presuntamente limpia y positiva, tiene detrás un partido cuya popularidad ha caído estrepitosamente a lo largo de los últimos 5 años, todavía más de lo que ya había caído en las décadas recientes.
En segundo lugar está Ricardo Anaya, quien ahora representa a dos partidos (PAN y PRD) totalmente opuestos en sus ideologías y acérrimos rivales en la historia política de México. Aunque la intensión fue unir fuerzas para derrocar al puntero, la acción embrolla la imagen que se forjaron sus partidos a lo largo de los años.

El tercer factor, que como ya habíamos anticipado, es clave para definir al ganador, es también el único recurso que tienen ahora los asesores de comunicación y propaganda de los candidatos para ganar: El Contenido.

A estas alturas de la carrera presidencial, ya los candidatos cuentan con los dos primeros factores bien definidos. Todos tenemos una idea, vaga o no, de quiénes son, qué imagen nos proyectan y cuál es su historia. Pero hasta ahora, poco hemos sabido a detalle de lo que proponen, qué pueden hacer y cómo piensan hacerlo (me refiero a las propuestas serias y sin afanes populistas).

La presidencia no será de quien produzca la canción más pegajosa, realice el video más irreverente, desprestigie más a su contrincante, tenga el mejor SEO, más bots en redes sociales o la mayor inversión en Google Adwords. La clave no está en optimizar de mejor manera su campaña en los medios digitales y off-line, sino en el contenido que generen. En su confiabilidad y contundencia. Es decir, no está sólo en la forma (aunque sea esencial) ni en la cantidad, sino en el fondo.

En las elecciones anteriores ganó el contenido del miedo (“es un peligro para México”). Esta vez, la fórmula, aunque pudiera todavía funcionar para diversos sectores de la población, ya resulta un poco gastada e insuficiente. Sobre todo, cuando los candidatos en segundo y tercer puestos según las encuestas, aún no cuentan con un concepto redondo y un contenido claro y categórico que los respalde. Al menos, es lo que refleja su comunicación.

 

 

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