Para vender hay que posicionar, y la primera forma de saber que la marca ya es consumida está en relación con la influencia del logo en el Marketing directo. El Branding no es sin la síntesis del símbolo: su logotipo.
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El logo ha sido uno de los más grandes inventos de las marcas, desde nuestra perspectiva es la síntesis del Branding, que logra convertirse en símbolo de los deseos del consumo.
También es el más complejo y simple de los lenguajes en el marketing directo.
Lo que se observa en el logotipo no sólo es color y forma, sino lo macro en lo micro; la manera en que se expresa un ideal de marca, una aspiración de mercado y un sello único que identificará a la empresa entre las demás de su ramo.
¿Qué hizo Steve Jobs para convertir el logo de Apple en algo tan deseado que incluso los consumidores utilizan las calcomanías para pegarlas en los autos y otros lugares?
Cuando reflexionamos desde el BTL el sentido práctico de un logotipo podemos hablar de que rebasa a la marca en sí misma, que se convierte en un sello de casa, en un símbolo de tecnología e innovación.
Pero por un lado están las letras que generan un efecto como una sugerencia del producto, y por otra parte están los elementos relacionados con el dibujo, que no siempre está directamente relacionado con el producto.
Las marcas que han perdurado tienen un logotipo tan sólido que su influencia no requiere ya ni del nombre de la empresa.
Muchas veces, lo que ocurre es que los consumidores no eligen un producto, sino que prefieren el logo, ya ni la marca, la imagen que no es sino una sensación plasmada en su inconsciente.
