Leí por Twitter que a este año teníamos que ponerle una multa por exceso de velocidad. No sé ustedes pero yo coincido, así que me gustaría hacer una reflexión sobre lo que nos dejó este año tanto en nuestra industria como en otras cosas.
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Creo que lo primero y más llamativo fue el cambio de gobierno. A pesar de que Peña Nieto empezara su mandato en diciembre de 2012, este 2013 vimos muy movidito al muchacho y a todo su gabinete. Así que el nuevo gobierno nos deja varias reformas que sin duda afectarán a la industria.
Sinceramente este párrafo no es para quejarme del nuevo gobierno, sino para recordarnos que en nuestra profesión la flexibilidad debe imperar. Poco a poco el año que entra veremos cómo resaltarán o sobrevivirán aquellas empresas que sepan adaptarse o aprovecharse del nuevo panorama político, energético y fiscal.
Otro tema que predominó en el 2013, y que al parecer para muchos fue más importante que el anterior, es el de nuestra selección que pasó al mundial muy a la mexicana. Es decir, de panzazo. Sin duda la mayoría de los mexicanos ya duermen medio tranquilos, satisfechos en parte por el hecho de que el equipo nacional andará en Brasil, pero no tan complacidos por el grupo en el que se ubicó.
Mientras tanto, por acá los que nos dedicamos a la comunicación comercial andamos a las carreras planeando estrategias, promociones y hasta apartando lugarcito en algunos medios para tratar de potencializar el mensaje de las marcas, ya que el camino de la selección creó mucha incertidumbre en la industria.
La parte digital, como era de esperarse, estuvo muy agitada. Por ejemplo, vimos las compras de compañías como la de Nokia por parte de Microsoft. Pero también vimos unos desaires muy feos, como la negativa de SnapChat de venderse a Facebook por 3 mil millones de dólares. Apple introdujo el nuevo Iphone y nos dejó a muchos preocupados por la innovación en el uso de nuestras huellas dactilares.
En Youtube nos reímos y después hasta nos hartamos del Harlem Shake, un fenómeno que resaltó por permitir que básicamente cualquier persona propusiera cualquier babosada en la forma de interpretar la sonata. Todos estos cambios nos dejaron cada vez más en claro que la innovación y la reinvención son muy necesarias en la parte digital.
Por último, muchos se conmovieron por los decesos de personalidades. Tal vez las dos más llamativas son un poco opuestas, ya que por un lado tuvimos la reciente partida del que muchos llamaron el último gran líder de nuestros tiempos – Nelson Mandela –, y por otro lado la de un actor hollywoodense – Paul Walker -, quien paradójicamente murió al estilo de sus películas.
Yo sé que muchos me criticarán por comparar a estos dos personajes pero creo que la lección que nos dejaron es que sin duda hacían las cosas con pasión. Así que reflexionemos no sólo sobre el panorama que se prevé en este nuevo 2014, sino también sobre la pasión con la que lo viviremos.
Sinceramente, les dejo mis mejores deseos. Nos seguiremos leyendo por acá.