En relaciones públicas, las menciones por sí solas no construyen impacto. El verdadero valor está en conectar una historia con el medio adecuado para llegar a las personas correctas. Cuando un cliente se enfoca exclusivamente en obtener volumen, nuestro deber es hacerle ver que la cantidad de menciones no garantiza relevancia ni mucho menos calidad. Una estrategia efectiva va mucho más allá de los números.
Una historia poderosa necesita información sólida y un enfoque bien dirigido, elementos clave para captar la atención de los medios y, más importante aún, conectar genuinamente con la audiencia. A veces en esta industria parece que hacemos magia, pero el verdadero éxito radica en la relevancia del contenido y en comunicarlo de manera que resuene.
La cobertura de valor va más allá de la visibilidad superficial: cada historia debe tener el potencial de captar atención, resonar y, en los mejores casos, hacer noticia. Cuando nos enfocamos en los medios adecuados y en los contactos correctos, no solo conseguimos visibilidad; construimos relaciones auténticas que impulsan a la marca y logran un impacto duradero.
Las relaciones con los medios son parte de un proceso que se fortalece con cada historia compartida. No se trata de hablar a la audiencia en masa; se trata de ser un aliado estratégico para los medios, ofreciendo contenido relevante, de calidad y que facilite su labor de contar buenas historias. Ese es el verdadero poder de una estratega: conectar en el momento preciso, con las personas que transformarán una historia en algo significativo y memorable.
Así que centrémonos en historias que realmente merezcan ser contadas, en llegar a las personas correctas y en evitar perseguir números vacíos. Porque en relaciones públicas, lo que cuenta no es el volumen, sino el valor de cada conexión.
