Sin duda alguna encontraremos muchos estilos de liderazgo, hoy quisiera compartirte la diferencia que identifico en estas dos palabras que por sí solas dicen mucho.
La famosísima frase: “Si quieres que algo salga bien hecho, hazlo tú mismo”. Tan cierta pero tan desatinada a la vez. Sin duda, muchos de nosotros hemos pasado por ahí, y en mi caso también alguna vez lo dije. Sin embargo, creo que cuando pasas por un momento así es que desde la cabeza del equipo algo anda mal.
Nos estamos enfrentando a una revolución tecnológica en la que reconocemos que el mundo está cambiando rápidamente, así como el entorno empresarial también. Por tanto, cada vez es más difícil encontrar una empresa que no tenga la transformación tecnológica en su agenda. Se habla mucho de la era digital, y sí. Si una empresa quiere mantenerse en el mercado, la introducción de tecnología avanzada es cada vez más esencial y con ello la adaptación de los líderes al frente de las compañías para enfocar su tiempo en saber tomar mejores decisiones.
Cuando llegas a una posición de liderazgo te enfrentas con una situación básica y lo último que quieres es fracasar en tu nuevo rol a cargo de un equipo, ya sea pequeño, mediando o incluso una empresa completa. Por más preparación que tengas es inminente que al comenzar un proyecto nuevo en el cual está bajo tu responsabilidad habrá algo que se llama Frustración al Desempeño.
No es otra cosa, mas que ese sentimiento en el que quieres que todo salga de la mejor forma y muchas veces por desconocimiento tomarás decisiones como generar un mayor control en las actividades del equipo, el riesgo de tomar el control total es que si no sabes en que momento soltarlo convertirás ese proyecto en un proyecto solar que todas las decisiones deberán pasar a través tuyas.
En el corto plazo tendrá algunos beneficios, pues asegurarás tener la visión completa del proyecto, pero ¿Qué pasa cuando se deben tomar decisiones de manera más rápida y de manera simultánea? No podrás clonarte para estar en todas y cada una de las decisiones de la empresa, y en vez de haber tomado la mejor decisión por esperar a dar tu punto de vista puede que estés generando un retraso y por ende éste tenga alguna consecuencia negativa en tu desempeño.
Ahora es el momento de estar presente, ser auténtico, mostrar empatía, ser un gran oyente, construir relaciones de confianza y crear un espacio de trabajo seguro para que sus empleados puedan desarrollar todo su potencial. Estos y otros rasgos se recogen en el Liderazgo del Mañana, el desarrollo de la inteligencia emocional es la clave de un mayor éxito.
La oportunidad de elevar la mentalidad de liderazgo existe para cualquier persona con responsabilidad de liderazgo directo o indirecto, incluyendo, pero sin derecho a ello, a directores generales, ejecutivos de división, asesores internos, asesores externos, directores de proyecto y líderes de equipo.
Saber delegar requiere mucha madurez de tu parte, mucha confianza con tu equipo de trabajo, pero sobre todo debe de haber un plan maestro que sea la guía de todo el equipo. A ese plan maestro, algunos lo conocemos como Plan Estratégico. Es ese documento en el que la empresa plasma los objetivos anuales y dicho documento se le encomiendo al Dir. General para dar curso e implementación del mismo.
Así como existen los objetivos globales estos deben de bajar alineados a cada una de las áreas de la compañía. Entonces si tomas una nueva posición y existe este plan de trabajo, con objetivos claros será mucho más fácil saber que decisiones deberás tomar tú, y que otras decisiones podrás dejar en manos de tu equipo.
Si estas palabras te suenan familiares y te ha gustado lo que he comentado por aquí, con mucho gusto abrimos un canal de comunicación para compartir experiencias y consejos que nos podrán ayudar a mitigar los errores que podamos tener a cargo de un proyecto o un equipo desde una posición de liderazgo.
Siéntete cómodo en tu estilo de liderazgo, si eres más del estilo controlador o quien delega todo y sólo espera a que le entreguen resultados como todo en ambos casos hay un gran riesgo que la empresa colapse.
Me gustaría decirte que para evitar una situación cómo está deja abierto un mecanismo de retroalimentación en el que puedas evaluarte y mantener tu desempeño de manera muy objetiva, manteniendo los pies en la tierra y recuerda que el líder no es quien manda, sino es quien inspira, dirige, soluciona y genera los recursos para que en conjunto con su equipo se logren los resultados.
Muchas gracias
