- Desde su creación en el año 2005 por las hermanas Uxía y María Domínguez, Bimba y Lola ha revolucionado el mundo de la moda con un estilo único y atrevido.
- Esta marca española, cuyo nombre fue inspirado por las mascotas de la familia, ha experimentado una trayectoria meteórica hacia el éxito, convirtiéndose en una referencia absoluta de la moda contemporánea.
- Los días de gloria de Bimba y Lola no se hicieron esperar. En poco tiempo, la marca logró ganarse un merecido espacio en la escena internacional. Sin embargo, en la actualidad, ha presentado una reducción en su beneficio, y la marca culpa a la inflación.
El beneficio neto del grupo textil gallego Bimba y Lola presentó una reducción de un 26 por ciento en 2022, hasta los 11,6 millones de euros, derivado del “impacto de la inflación en el conjunto de la operación”, según su más reciente informe.
De acuerdo con la compañía, este margen también se le puede atribuir a que destinaron una inversión récord por parte del grupo, un 28 por ciento superior a la del año anterior, aunque no detalla a cuánto ha ascendido. Las ventas en el ejercicio (finalizado el 28 de febrero de 2023) crecieron un 4,3 por ciento, hasta 225 millones, por el tirón del negocio internacional, que supone un 44 por ciento de la cifra de negocio.
La marca de las hermanas Uxía y María Domínguez está llevando a cabo una renovación generalizada de sus tiendas y ampliando los mercados en los que está presente. El año pasado entró en siete nuevos países de Asia, América y Europa, y prevé abrir este año sus primeras tiendas en Estados Unidos y China. El apalancamiento del negocio internacional está detrás del aumento de las ventas, según la empresa, que ya dio en marzo un adelanto de la facturación en 2022.
Aún así, la rentabilidad se redujo el año pasado. El resultado bruto operativo (ebitda) se situó en 30,7 millones, casi un 10 por ciento menos que en 2021, “en un entorno de presión de la inflación sobre el consumo y los costes”, según explicó el consejero delegado de Bimba y Lola, José Manuel Martínez, en un comunicado. Tras la pandemia, la empresa salió de pérdidas en 2021, con un beneficio de 15,7 millones. Antes de la crisis del COVID, la facturación se situó en 2019 en 226,7 millones y el beneficio fue de 18 millones. La empresa cerró 2022 por debajo de las dos cifras.
También se sabe que las inversiones del año pasado se han destinado “a la mejora de la red de tiendas en España, la expansión en países de Asia, América y Europa, y la implantación de proyectos críticos para maximizar el potencial de la marca a largo plazo”, también menciona en su comunicado. Bimba y Lola cuenta con 286 puntos de venta en 26 países (48 países incluyendo el alcance de sus tiendas online). A cierre del ejercicio contaba con 1.809 empleados. “2022 ha sido posiblemente el año de mayor avance en nuestro plan estratégico”, según Martínez.
Bimba y Lola ya anunció a finales de 2021 que planeaba entrar en el mercado chino, con la apertura de 30 tiendas en cinco años, pero en 2022 las restricciones de la pandemia que todavía estuvieron vigentes en el gigante asiático dificultaron estos planes.
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